Una mente con mucho cuerpo, Rosa Molina

La mayor parte del contenido está duplicado en el podcast de las hermanas y doctoras Molina, De piel a cabeza.
Creo que es mucho más ameno escucharlas a ellas que leer este libro.

A pesar de la cantidad de gente que leí en Instagram que decía que era una lectura super entretenida y rápida, yo tardé un año en acabarlo. Tenía las expectativas muy altas por todos los comentarios positivos que encontré en esta red social. Pese a ello, se me atascó y muchos libros entre medias me llamaron mucho más la atención.

Si bien es cierto que gran parte del contenido hace que uno aprenda acerca de sí mismo, en lugar de leer el libro accedería a las mismas ideas a través de su podcast.

Podcast De piel a cabeza recomendadísimo.
Libro Una mente con mucho cuerpo no lo recomiendo si se tiene acceso al podcast. Yo las escucho en Spotify.

Los Jardines de Luxemburgo y Rubens de regalo

  • Pasear por los Jardines de Luxemburgo.
  • Flâner por sus grandes calzadas de arena.
  • Disfrutar de su cuidada vegetación.
  • Tomar una pausa en sus ya míticas sillas verdes.
  • Observar tranquilamente cómo los niños juegan con unos barquitos en el estanque de los patos.
  • Contemplar la punta de la Torre Eiffel al atardecer.
  • Buscar el mejor ángulo para sacar el encanto de la Fuente de los Médici.

Y así podría seguir un montón de líneas más. Los Jardines de Luxemburgo me encantan y fueron el último sitio del que me despedí en París. Sí. Al no saber cuándo iba a volver a la Ciudad de las Luces, mi último día allí lo dediqué a ir lugar por lugar despidiéndome cual si de conocidos se tratase.

Hicieron falta cuatro años para volver y todo aquello seguía igual de encantador. Así que vamos a ver qué secretos encierran estos jardines.

María de Médici anhelaba Florencia con todo su corazón. Una vez que fallece su marido, el rey Enrique IV, María ve que no termina de adaptarse al Louvre, así que quiere estar en un lugar que le recuerde a su querida Toscana.

Para cumplir con sus anhelos, adquiere en 1612 el palacio que hay en estos jardines al duque de Luxemburgo y, entre 1615 y 1630, Salomon de Brosse se encarga de adecentarlo al gusto de la reina. Para ello, se inspirará en el palacio Pitti de Florencia.

Una vez que la Revolución se adueñó de Francia, el palacio de Luxemburgo cambió su uso real para ser prisión estatal. Volvió a cambiar el uso en tiempos de Napoleón, quien lo convirtió en sede del Senado.

Si damos un paseo por los jardines, además de las fotogénicas sillas verdes, encontramos en nuestro recorrido preciosas esculturas, bosquecillos llenos de color, zonas lúdicas y bonitas fuentes.

Las esculturas aúnan a las reinas de Francia y también a varias mujeres ilustres.

Y, para mí, la fuente más maravillosa es la Fontaine de Médici. En ella está representado el conjunto escultórico del mito de Polifemo y Galatea.

La fábula nos cuenta cómo el cíclope se enamora de la nereida Galatea, a quien acaba sorprendiendo con el bello Acis. Polifemo lo aplasta con una piedra y la sangre de Acis es convertida en río por favor de los dioses a Galatea.

Al margen de los dramones griegos, estos jardines son un remanso de paz en el ajetreado París.

En su día, accedí al interior de este lujoso palacio y tuve la oportunidad de ver la exposición temporal del gran Rubens, llamada Rubens, portraits princiers (retratos principescos).

Rubens es llamado el Homero de la pintura y no es para menos. Artista barroco cuyo pincel dibuja carne, abundancia y sensualidad.

Desde 1621 trabajó bajo mandato de la citada María de Médici y trató en su pintura temas mitológicos, históricos, religiosos, retratos, escenas de caza…

Me hipermegaultra flipó ver en persona uno de los retratos más famosos del emperador Carlos V. Así, como dato al aire, uno de los discípulos e integrantes del taller de Rubens fue Van Dyck. Son numerosas las obras en las que no se averiguan cuáles son las pinceladas de aprendiz y maestro, véase el caso del retrato de mi admirado emperador.

Rubens también retrata a Hasburgos, Austrias o Borbones porque, entre sus muchos lugares de trabajo, fue enviado a trabajar a la corte real de Madrid.

El famoso retrato ecuestre de Felipe IV esconde una curiosa historia. Llega a nuestros días a través de la fina mano de Velázquez porque esta conocida obra de Rubens fue destruida.

Tras su estancia de ocho meses en España, no ha de sorprendernos tanto que la colección más completa atribuida a este genio del pincel se encuentre en el Museo del Prado de Madrid.

Así que a estas alturas, sólo me queda recomendaros ir al Museo del Prado, que os deis un paseo por sus geniales salas y que aprovechéis un vuelo directo MDR-PAR para seguir con el paseo, pero en este caso por los Jardines de Luxemburgo.

Le Consulat de París

Vamos a dar un paseo por uno de los barrios más emblemáticos de París, hoy nos vamos a Montmartre. Concretamente, vamos a pararnos en una fachada muy chula, la del Consulat.

En el XVIII arrondissement tenemos uno de los restaurantes más icónicos de París y gran parte de su fama se debe a que artistas como Van Gogh, Monet o Picasso disfrutaron del lugar junto a un café, una buena conversación y quién sabe si pensando la idea para alguna que otra creación.

Gracias a esta pequeña historia que une este pequeño edificio a los más grandes pintores del XIX, podemos asegurar que Le Consulat es uno de los restaurantes más fotografiados de París.

Y a ti, si te dieran a elegir, ¿con quién preferirías tomar un café? ¿Con Van Gogh, con Monet, con Picasso, con Toulouse-Lautrec o con Lisley?
Sorpréndeme con tu respuesta que te leo en los comentarios.

Para Marta en el día de su cumpleaños, muijijijijiji

El infinito en un junco, Irene Vallejo

Leer a Irene Vallejo ha sido magia.
El género del ensayo lo solemos asociar a algo denso, sesudo y aburrido. Sin embargo, El infinito en un junco es de todo menos aburrido.
Cuenta el principio de nuestra historia recorriendo la evolución de la escritura y de su soporte por excelencia, el libro.

El mundo de las bibliotecas resulta maravilloso en sus palabras y, al igual que en estos espacios, multitud de anécdotas y de nombres quedan protegidos entre sus páginas. Me gustó que rescatara tantos nombres de mujeres y que les diera su lugar en la historia.

La labor de documentación que hay detrás de este libro es encomiable. Y me encanta que haga llegar tantos conocimientos a los lectores de una forma didáctica, amena y alejada del academicismo que se respira en las tradicionales clases de historia o de lengua.

Son muchísimos los datos que refiere y que por vez primera leí gracias a Irene. Cantidad ingente de hechos que se han abierto paso gracias a la forma tan sencilla en que nos lo traslada. Más de quinientas páginas de carga histórica de las que no te apetece dejar de empaparte. Te aseguro que eso no es nada sencillo. Es dificilísimo hacer que lo complejo se vuelva algo asumible por cualquiera. E Irene Vallejo lo logra en El infinito en un junco. Logra que no importe quién se interese en nuestro pasado. Un pasado maltratado por el paso del tiempo al atribuirle las características de aburrido, pesado, sin sentido, sin utilidad, tedioso, bárbaro e inferior. Y esta mujer barre de un plumazo todo ello para hacer de la historia de los libros, de las bibliotecas, del pensamiento, de la escritura un ámbito más del divertimento, de lo atractivo, lo entretenido, lo interesante, lo genial, lo excitante, lo apasionante y lo maravilloso que es explorar nuestro pasado lector.

Enhorabuena a Irene Vallejo. Todos los premios recibidos gracias a su trabajo en este ensayo son más que merecidos.

Mi mayor reconocimiento, haberte regalado a mi mamá para sacarla de su parón lector y haberlo logrado.

Dos haikus

El haiku es un tipo de poema japonés que se caracteriza en su estructura por ser tres versos de cinco, siete y cinco sílabas que no riman entre sí.
La temática es captar instantes de la naturaleza y de la vida.

La Biblioteca General del Campus de Albacete junto a la Universidad de Castilla-La Mancha organizaron el Decimoséptimo Concurso de Haikus.

Me gustó mucho probar este tipo de creación y, obviamente, me fui un poco de la temática de la vida llamando a la muerte con el segundo haiku enviado. Sin embargo, a mi parecer, el primero creo que cumple bastante bien las premisas.

Las fotos son de la exposición que se hizo en la biblioteca de la Universidad con todos los haikus de los participantes.

Espero que os guste y os dejo por aquí los dos que yo presenté para que los podáis leer mejor.

Haiku 1
Mojada en verde,
brotaba así la tierra
granos de trigo.

Haiku 2
Día de matanza
perdía él la sangre
de su plumaje.

El cuco del pastor

Las pechinas no están sólo en las iglesias, también las encontramos en medio del campo manchego.

Pero vayamos por partes. ¿Qué es una pechina?

En arquitectura, una pechina es una pieza que se coloca en la base de una cúpula, permitiendo que esta se sostenga.

Ejemplo de las pechinas de la Iglesia de la Madeleine de París

Y ahora nos toca la siguiente pregunta, ¿qué es un cuco?

Yo pensaba que era un tipo de pájaro, que también, pero los que yo os traigo son pequeños refugios de pastores a modo de chozos donde podían guarecerse de las inclemencias del tiempo con parte de su ganado.

Recreación de un cuco en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (Albacete)

Solamente con piedras y pequeñas cuñas se inmovilizaban las paredes a medida que cogía altura la construcción. Lo característico de estos refugios es que terminan en forma de cúpula, de ahí que descubramos unas piedras que hacen de pechinas super básicas.

Muchos de estos cucos tienen un nombre que también suele ser el nombre del paraje en que se encuentra.

Cuco Banderas en Barrax

Algunos de estos cucos en su interior albergan un pozo o aljibe, así que hacen de protección en estos puntos de agua, como se puede ver en el cuco que hay dentro del núcleo de población de La Gineta (Albacete), cuyo interior es ocupado por un pozo con su polea. Ahora, está con la piedra vista, sin embargo, antes se encontraba encalado, al igual que otros muchos cucos.

Hay variedad en la construcción de los cucos y pueden presentar varias estancias, aunque los que yo tengo más vistos son los tel techo en modo de bóveda. Con todo, os dejo el cuco de Campillo de las Doblas, pedanía de Albacete, donde están esforzándose por hacerse sonar y que los ayuden a restaurar su cuco, al que tanto cariño tienen.

Cuco de Campillo de las Doblas (Albacete)

Muchas felicidades, Antonio. A disfrutar de los que nos ofrece Albacete.

Mi primer rotulador. Van Gogh

Sólo puedo decir que disfruté muchísimo llenando este folio de color. Así que con la excusa de haber hecho La noche estrellada a rotulador, os voy a hablar un poco de Van Gogh y de sus pinturas.

Este artista postimpresionista vivía de las ayudas que le proporcionaba su hermano. Fue un hombre con mucha desdicha en su vida y sentía que en ningún sitio encajaba ni lo querían.

Vincent sueña con crear una comunidad de artistas y vive un tiempo con Gauguin, pero la convivencia se vuelve muy difícil. Vincent Van Gogh sufría algún trastorno mental y en una de sus crisis siguió a Gauguin con una cuchilla para acabar autolesionándose.

El colmo entre ambos fue este episodio en que Van Gogh se corta la oreja, el cual es el más conocido de la vida de Van Gogh. Tras autolesionarse, va a un prostíbulo a entregarle la oreja a una mujer.

Como era de esperar, Gauguin se va del lugar. Ya llevaba tiempo queriendo huir. Van Gogh, viendo la gravedad del asunto, decide ingresar de manera voluntaria en un manicomio llamado Saint Paul de Mausole. De esta manera su proyecto de crear una comunidad de artistas queda más que abortado.

Durante su estancia como interno en Saint-Rémy-de-Provence se centra en representar tal y como él los aprecia unos cipreses que ve desde su cuarto. Por ello creará múltiples cuadros donde los dos cipreses tienen su lugar en la composición, como es el de La noche estrellada.

Antes de ingresar en el manicomio, Van Gogh había vivido en Arles. Allí se mudó tras su estancia parisina. El crudo invierno de París le hace buscar un clima más afable y un paisaje más colorido en la costa mediterránea.

Aunque la etapa parisina fue breve, de dos años, os dejo dos cuadros suyos que vi expuestos en París. La bonne franquette y El padre Tanguy.

La bonne franquette en el Musée d’Orsay

El padre Tanguy instaló una pequeña galería de arte que pasó desapercibida. Allí expusieron nada más y nada menos que Van Gogh, Seurat, Gauguin y Cézanne. El arte moderno reunía a los cuatro artistas precursores del siglo XX en el espacio proporcionado por el padre Tanguy.

El padre Tanguy retratado por Van Gogh en el Musée de l’Orangerie

Volvamos a Arles. Allí dibuja sus famosos Girasoles, con los cuales quería impresionar a Gauguin. En esta etapa pictórica decide centrar la atención sobre el objeto que quiere representar. Por ello muchos de sus cuadros se verán protagonizados por objetos.

En Arles también dibujará su famoso Café nocturno, Autorretrato con la oreja vendada y caballete o La sala de baile en Arles.

Gran parte de la vida de Van Gogh la conocemos gracias a la correspondencia que mantenía con su hermano Theodorus Van Gogh. A él se lo contaba todo. Desde el proceso de creación de sus cuadros, lo que significaban para él, hasta sus sentimientos más íntimos.

En mi cuadro del café nocturno he tratado de expresar que el café es un sitio donde uno puede arruinarse, volverse loco y cometer crímenes. Mediante la contraposición de un rosa pálido, un rojo sangre y un rojo vino, y de un suave verde veronés y un Luis XV en abierto contraste con los tonos amarillo-verdosos y los duros verdes-azulados – todo ello en la atmósfera infernal de un horno al rojo vivo y de un pálido amarillo de azufre – he querido transmitir el sombrío poder de una taberna.

Van gogh, correspondencia

En Arles será donde los vecinos pidan públicamente que Van Gogh fuera internado, por eso va voluntariamente, o bajo presión pública, según se quiera ver, al manicomio de Saint-Rémy-en-Provence.

En el manicomio lo estaba pasando mal y podemos apreciar cómo su paleta de colores se apaga en su Autorretrato.

Por miedo a los demás internos, Van Gogh no sale de su cuarto en una temporada, lo que da lugar a La habitación de Van Gogh o Dormitorio en Arles.

En este manicomio los internos estaban dejados de la mano de dios y no recibían cuidados, así que, tras un año de estancia, decide viajar al norte para que le trate su enfermedad un buen médico.

Van Gogh recala en Auvers-Sur-Oise y aquí pasará sus últimas semanas hasta su muerte por un disparo. Eso sí, no perdió el tiempo, pues intentó crear unos 100 cuadros, entre ellos La iglesia de Auvers-sur-Oise o Las cabañas de Cordeville.

Hay especulaciones acerca de la enfermedad mental que sufría Vincent Van Gogh: psicosis, epilepsia, trastorno bipolar… Lo que sí que sabemos a ciencia cierta es que fue un artista de los pies a la cabeza y que sus obras son extraordinarias.

No estuve delante de su Noche estrellada a pesar de haberla dibujado, sin embargo, sí que estuve flipando viendo su Noche estrellada sobre el Ródano en el Musée d’Orsay de París.

Y ya para terminar, os hago la pregunta de rigor. ¿Cuál es la Noche estrellada de Van Gogh y cuál es la mía? ¿La de la izquierda o la de la derecha?

Las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood

Las mujeres que aman demasiado es el primer libro de autoayuda que comienzo y que acabo.
La terapeuta Robin Norwood analiza lo que hoy en día llamamos tipos de relaciones tóxicas.

Busca un patrón en todas esas relaciones en las que la interacción entre ambos miembros es perjudicial para ambos y para su entorno.

A lo largo del libro, mantiene en todo momento el paralelismo con el proceso de enfermedad de un alcohólico, de esta manera se reafirma en que amar demasiado es una enfermedad.

En sus páginas describe múltiples ejemplos de mujeres que sufren en sus relaciones y, generalmente, ahonda en su pasado para demostrar que su infancia y su relación con sus padres desemboca en no saber relacionarse con los hombres en el presente.

Además, una vez narrado el ejemplo, lo analiza desde el punto de vista terapéutico.

Es curioso que también muestra el punto de vista de varios hombres que forman parte de esas relaciones tóxicas.

Todo ello sirve para tener una buena batería de ejemplos a la hora de reconocer una mala relación.

Finalmente, da una serie de pautas para trabajar el amor propio y poder identificar y salir de las relaciones que a uno le hacen mal.

A pesar de estar escrito en 1985 todo lo que analiza es de una actualidad desbordante, pues las relaciones humanas siguen siendo las mismas y con los mismos males.

El sesgo que le veo es que yo apliqué la lectura a las personas en general. No hice distinción entre hombres y mujeres porque todos tenemos comportamientos dañinos para los demás. Además, muchas personas están condicionadas por las familias desestructuradas a las que pertenecen, independientemente de haber sido niñas o niños.

Por otra parte, las mujeres que acuden a terapia con la autora, muchas de las veces, cuentan casos extremos o de gran brutalidad. Si bien es cierto que hay miles de personas sufriendo abusos y maltrato por parte de sus parejas, en el libro parece ser la tónica y confío en que en la realidad no se den tan asiduamente situaciones de manipulación, violencia, maltrato físico y verbal, abusos, drogas, dependencia y un largo etcétera de miserias.

Lo increíble que tiene este libro es que en todos los ejemplos, aunque a veces sean extremos, siempre se te viene a la cabeza una persona que encaja con ese ejemplo. Todos conocemos a alguien que es dependiente, a alguien que da demasiado, a alguien a quien manipulan… En definitiva, a alguien que está con la persona equivocada y a quien nos gustaría hacérselo ver. De hecho, en más de un ejemplo, uno mismo como lector se reconoce en algunas de las escenas que se relatan. Y esa es la gracia del libro, que descubres como lector elementos tóxicos y dañinos en tus propias relaciones pasadas y presentes tanto con parejas como con amigos, familiares, compañeros, follamigos… En definitiva, podemos reconocer las relaciones humanas con muchas de sus miserias.

Recomiendo la lectura aunque es un poco complicada, sobre todo cuando te ves reflejada en alguna de esas relaciones que te parecen extremas y que no puedes creer que también te hayan pasado partes de ellas a ti.

Antes de que se enfríe el café, Toshikazu Kawaguchi

Antes de que se enfríe el café comprende cuatro historias que se articulan bajo el mismo escenario: una cafetería que te permite viajar en el tiempo bajo una serie de normas.

La primera narración de esta obra de Toshikazu Kawaguchi se titula «Novios», aunque yo la titularía «El egoísmo de aquellos que quieren salirse con la suya a cualquier precio».

Joven con éxito a nivel profesional y personal es «abandonada» por su novio. Entre tú y yo, es una repelente, consentida, sabelotodo y caprichosa que hace del personaje alguien insoportable y maleducado. Esta joven se piensa un par de veces las normas para viajar al pasado, con todo, acepta el riesgo de hacerlo. Eso sí, quejándose de todo y fastidiándole todo.

Una de las normas del viaje dice que nada va a cambiar en el presente. Pero para mí cambia todo. No puedo destripar la historia. Pero la propia regla que pone el autor para articular la historia, es incumplida. Cambia por completo la dirección de la relación con su novio tras volver a tener la conversación que tuvieron en el pasado.

Entonces yo creo que una de las cosas por las que el libro no me cuadra y la historia me parece insostenible es porque no cumple con un principio de coherencia. No hay continuidad entre las normas y los hechos sucedidos.

A lo que iba. ¿Por qué lo considero egoísmo puro?

Porque la protagonista de esta primera historia en ningún momento quiere volver al pasado para pedir perdón, para intentar enmendar algún error que haya tenido o para cambiar algo que haya hecho mal a su chico. Ella solo quiere viajar al pasado para sí misma.

Primero, porque le da morbo lo del viaje y no se cree del todo que sea verdad. Luego, para decirle cuatro cosas a su novio. Más tarde, solo por verlo una vez más. Después, para retenerlo junto a ella sin importar lo que él pueda decir, sentir o pensar.

Vamos, que es un dolor de tía y todo tiene que girar en torno a ella.

Normalmente las historias de viajes al pasado suponen algún aprendizaje, se enmiendan cosas que se hicieron mal, se intenta arreglar algún desatino… Pero aquí no.

A mí este libro no me cuadra. La segunda historia es sobre un matrimonio que sufre las consecuencias del Alzheimer. No me resultó creíble la historia y volvemos a tener un personaje que resulta desagradable con la personalidad tan chunga que le da el autor.

La historia de las hermanas, que es la tercera, es que es desesperante. Porque menuda hermana más gili******. Y pretende en un viaje al pasado recomponer toda una vida jodiendo a su hermana con una mala educación y una manera de ser mala que telita marinera.

La última historia, la de la madre y la hija. Pfff.

No entiendo el éxito de este libro, la verdad. Como obra de teatro tiene que ser una pasada. Pero es que vamos, a mí estos personajes me robaban la energía. Y eso que soy lectora, no me quiero encontrar a nadie así en la vida real.
Al final el tema de mejorar el alma de cada uno está muy bien. Pero a mí que no me den a leer esto otra vez que me anula las energías. Qué personajes más egoístas.

Las fiestas baby shower y el Niño Jesús

El otro día veía unas imágenes sobre estatuas del Niño Jesús tal y como lo trajo su mamá al mundo:

  • humano, cuya desnudez muestra su parte humana y mortal como los bebés,
  • divino, los gestos y símbolos de sus manos permiten diferenciarlo de los humanos como Dios. Bendice con la mano derecha y sostiene el orbe con la izquierda.

Estas estatuas de Niños Jesús como bebés desnudos son bastante frecuentes en torno al siglo XVI porque es en este momento de la historia en que la devoción a los santos comienza a ser más íntima. Estas estatuillas trascienden al ámbito privado, se sea creyente o no, y su reducido tamaño resulta mucho más manejable a la hora de realizar rezos más personales o individuales.

Estas figuras de Niños Jesús se regalaban a las niñas o a las monjas, de manera que se convertían en una especie de muñecos que podían ser vestidos, acunados, hacían de «peluche o trapito» a la hora de dormir y lo cuidaban como si se tratase de un bebé de juguete.

Puesto de juguetes de bebé en un mercado navideño en París

No sé por qué, pero estos regalos de muñecos-Niños-Jesuses me recordaron a las baby showers.

Para quien no sepa lo que son estas fiestas, se trata de unas reuniones en las que los papás del futuro bebé celebran con sus seres queridos la llegada de este nuevo miembro a la familia. Entre otras cosas, se anuncia el sexo del bebé, los padres reciben regalos que los ayudarán en su futura paternidad y se comparte un buen momento de picoteo con los seres más allegados.

  • Grandes photocalls hechos, por ejemplo, con globos.
  • Pasteles de ensueño.
  • Contratación de equipos de vídeo y fotografía.
  • Catering exclusivo.
  • Vestuario.
  • Fiestas temáticas en algún personaje de literatura/cine infantil…

Cada día parece que se está yendo más de las manos la fiesta por la llegada del nuevo bebé. Al igual que pasa lo mismo con las comuniones. Antes eran unas celebraciones íntimas con la familia y, hoy en día, le dan unas cuantas vueltas a alguna que otra boda.

Recordemos que el ser humano es un ser social y que la llegada de un nuevo miembro a su comunidad es una excusa perfecta para reunirse, compartir y socializar. Por tanto, no nos toca de nuevas el festejo de un nuevo miembro en el hogar.

Se tiene conocimiento de que las familias de la Antigüedad (egipcios, griegos o romanos) ya convocaban reuniones que giraban en torno al nuevo miembro familiar. A estas reuniones asistían las mujeres y compartían conocimientos acerca de la maternidad con la futura mamá.

Además, las mujeres asistentes le entregaban a la embarazada enseres que pensaban que le podrían ser útiles en su nueva etapa vital. Estos presentes los heredaban los hermanos del primogénito y, como la madre ya tenía la experiencia del primer hijo, no era necesario realizar más baby showers que con el primero.

Volviendo otra vez al Niño Jesús, estoy pensando en el Ángel Gabriel haciendo de chat de mensajería instantánea, anunciando a todos los pastores, familiares, amigos y Reyes la llegada del nuevo bebé.

La Anunciación a los pastores del Panteón de San Isidoro de León

A María y José me los imagino como esos padres primerizos prestos a captar todos los consejos para cuidar de su futuro bebé.

Belén en la Plaza de la Catedral de Oviedo

Y a los pastores y a los Reyes Magos haciendo de familiares y amigos, llevando sus mejores regalos: oro, incienso y mirra y consejos de pastor (he aquí una muestra del patriarcado, sin ninguna mujer acompañando a María. Vamos a pensar que entre los pastores y el séquito de los Magos también había mujeres…)

Podemos darle la vuelta a la tortilla a estos regalos, de los cuales siempre se dice que no son nada acertados, si es que no se dice que ni se sabe lo que son. A pesar de la ignorancia en oro, incienso y mirra, que los veamos como malos regalos solo forma parte de nuestro juicio moderno.

Si no caemos en anacronismos, vemos que estos presentes tienen todo el sentido del mundo:

  • Oro para el Rey. // Oro para ayudar a salir de la pobreza a María, José y el Niño.
  • Incienso para el Dios. // Incienso para eliminar el mal olor del establo.
  • Mirra para el hombre. // Mirra para desparasitar al Niño de insectos y gusanos.

En resumidas cuentas, que nos estamos yendo un poco de nuestro tema principal. Queda claro que las baby shower no son nada nuevo ni impuesto por el Corte Inglés. También hemos visto que sus orígenes datan de muchos siglos atrás y que la forma de celebrarlas ha ido evolucionando con el paso del tiempo, siendo diferentes en las distintas partes del mundo.

Eso sí, vemos que el objetivo es el mismo tanto antes como ahora: reunirse para ayudar a la nueva familia, ofrecerles regalos que puedan necesitar para la crianza y el cuidado del bebé y dar buenos consejos a los futuros papás.

Y a ti, ¿ya te ha tocado ir a alguna baby shower?