Error de coordenadas en Google Maps

Hacía tiempo que no salía y ese día se sentía lleno de energía. Además, quería sorprenderla y llevarla a un sitio que había descubierto hacía unos meses con sus amigos. Buena música y buen ambiente. Ella le dijo que lo de bailar…, regulinchi. Pero no importaba. El tema era pasarlo bien y estar con ella.

Ella tenía todas las ganas de salir a bailar aquel finde. Si es que se podía llamar bailar a sus movimientos arrítmicos y completamente desacompasados. Tenía el modelito perfecto para el plan que él le había propuesto. Iba a ir cómoda y semiinformal, con unas buenas zapas y con el guapo y la autoestima subidos.

Quedaron a las diez y se esperaron un buen rato. Ninguno de los dos acudió al bar que iba a ser testigo de su primer baile. Google Maps les jugó una mala pasada y fueron al Bar de Siempre en ciudades diferentes.

📸Foto de portada: vistas de terraza parisina

Cardo borriquero

Ya que estamos en uno de los epicentros de la Semana Santa, tocará contar algo relacionado con religión.

En la sendita hacia el Acueducto Renacentista de Cuenca fotografiamos hace ya cuatro años este cardo mariano. Silybum mariano es su nombre científico, pero también lo podemos oír nombrar como cardo lechero, cardo de María o cardo borriquero.

Su denominación mariana proviene de uno de los muchos momentos en que María protegió a Jesús. El que atañe a esta hierba es la creencia de que los soldados de Herodes buscaban al Niño Jesús para cumplir con el mandado de eliminar a todos los niños menores de dos años en Belén. En ese afán de una madre protegiendo a su hijo, se derramó leche materna del pecho de María, recayendo sobre esta planta y dando apariencia lechosa a sus tallos. Es tal la asimilación de esta creencia, que durante la Edad Media se creía que el cardo borriquero ayudaba a la secreción de leche.

Ha pasado a nuestros días con el simbolismo de fuerza, protección y que sirve para romper maleficios.

No trataré de entender a mi pareja

Él era putero y la hubiera dejado en febrero.
Ella se dedicaba con ahínco a poner condecoraciones a sus plantas y a sus libros.
El secuestro amigdalar del niño hacía las delicias de la mejor voz de cantante de heavy metal.
Las bestias, en su ignorancia, trabajaban su compleja digestión con ojos vidriosos y fermentación estomacal.

Se podría decir que eran una familia normal y corriente. Los raros eran esos otros vecinos que vivían en el bajo. Por la ventana del patio los veían hacer videollamadas con familiares. Los intuían poniendo la mejor de sus sonrisas y todo les iba bien. Pero ellos sabían de sobra que no.
Cuando Jairo se iba los martes a desfogar, las ocho de la tarde eran todo gritos en esa casa.
El préstamo del banco ahogaba a esos vecinos bajo la ilusión de conducir un coche por encima de sus posibilidades. La sensación de asfixia quedaba maquillada bajo la comodidad de poder vivir en una casa de mierda, de las de la época de la dictadura, a cuarenta minutos del trabajo. El préstamo les permitía comprar todo lo habido y por haber en Navidad. Porque todos sabemos que cuando no podemos con más, lo compensamos colmando de cosas materiales a todo ser viviente.

Cuando Elena iba a atusar las plantas de su patio interior, no entendía nada de la vida de sus vecinos. Sin embargo, tampoco trataba de entenderlos. Ni a ellos, ni a su marido.
Hacía tiempo que ya había perdido la gracia por todas aquellas cosas que pudieran afectar a su paz. Así que su serenidad y su tranquilidad dependían de antidepresivos y ansiolíticos. Luego dicen que las drogas son malas, pero todo en su justa medida es bien recibido. Con tal de no entrar en disputas, a pesar de saber perfectamente lo de las putas, podía hacerse la invisible. Mientras que todo estuviese hecho y él se pusiese el condón, ella sería invisible, transparente.

Cuando ya tenían 36 años, a Jairo y a Elena les regalaron un bebé de juguete, el cual, si lo apretabas, lloraba con un sonido francamente estridente a la par que desagradable. El bebé ya venía con nombre, Mateo, y se convirtió en el muñeco preferido de Toby. Toby, el típico chucho rompepelotas que para llamar la atención tiene que hacer el mayor ruido posible. Carlota, el conejo, era más disimulado, aunque sus mierdas se las encontraban en el sofá, en la mesa de la cocina, en el aparador de la entrada y en todas las alfombras de la casa.

Pasaron los meses y Elena encontró un buen trabajo. Sus compañeras, ansiedad y depresión, la absorbían todos los días. Tanto levantarse por las mañanas como echarse para ir a dormir eran todo un acto de supervivencia. Elena era muy disciplinada con la medicación y, aunque no quería aceptar que la tuviese que tomar de por vida, tampoco quería tener que estar yendo a Salud Mental por necesidad. Ella sólo quería una supervisión con la que sentir que había una red por si caía otra vez.

Elena fue consciente de que no iba a dar a Jairo lo que él quería. Nunca. No quería seguir manteniendo su compromiso con él. No quería sexo. No quería ir a hacer la compra juntos. No quería cenar con su familia. No quería escuchar su televisión de fondo. No quería fregar sus platos. No lo quería a él.
Así que un día, Elena cogió sus cosas y marchó. Era jueves y Jairo se había ido de putas. Como todos los jueves.

Jairo volvió a casa y lo vio todo diferente. Pero tampoco supo qué era lo que estaba distinto. Estuvo esperando a Elena hasta las once de la noche. Momento en que decidió hacerse un sándwich e ir a dormir. Al día siguiente le sorprendió no haberse despertado con los ladridos de Toby por querer salir. Al ir a la cocina a desayunar, no pisó ninguna bolita de caca de ese estúpido conejo. Tampoco había queso de untar en la nevera. Elena se había ido. Qué alivio…

Elena se fue a su casa del pueblo, aquella que heredó de su abuela y que ningún primo quería. El dinero bien que lo querían… Allí Carlota podía disfrutar de un amplio prao donde sus cacas no iban a molestar a nadie. Toby tenía una trampilla en la puerta por donde entrar y salir a su antojo. Así que sus ladridos disminuyeron y el bebé Mateo quedó en una esquina del vallado donde se fue cuarteando a la intemperie. Mientras las inclemencias meteorológicas iban causando estragos al juguete, Elena comenzaba un nuevo negocio online. Sabía que con esfuerzo no dependería de nadie.

Jairo se vio liberado de una carga y conoció a otra chica. Parecía que esta le hacía sentirse alguien. Alguien especial. Esa nueva percepción hizo que sacara a relucir un lado que él mismo desconocía. Asumió la carga mental que supone estar al frente de una casa. Adoptaron a un chucho que sacaba todos los días a pasear largamente. Cubría sus necesidades. Cambió de trabajo y de amistades. Dejó de ir de putas y buscó tener reconocimiento en su propia casa siendo un adulto funcional.

Tras quince años de convivencia y tres desde la sutil huida de aquella ratonera, Jairo y Elena volvieron a encontrarse por la calle. Se aguantaron la mirada. No se saludaron. Él continuaba viéndose insignificante ante sus ojos eléctricos y profundos. Ella seguía sin querer tratar de entenderlo.
Los vecinos de aquella casa de mierda estaban en una tienda lowcost varios portales más allá. Se estaban comprando el mismo jersey horroroso de Navidad para hacerse una sesión de fotos amateur. Tenían que estar a la moda y seguir manteniendo un ritmo de vida que les hiciera sentirse alguien mientras trataban de entender por qué cada vez les costaba más hacer frente al préstamo.

Foto de la portada: edificio abandonado en Villamanín, León.

Bodega Ardosa, Madrid

Estoy empezando en el mundillo de las acuarelas y me llamó la atención ESTA de @alfonso_acuarela.

Lo que no sabía es que este local, desconocido para mí, tenía tanta relevancia en el imaginario popular de Madrid.

Antes de empezar a contaros el rollo, vamos a fijarnos en lo que más nos llama la atención. Su fachada colorida, con ese toque antiguo, o como lo llaman ahora vintage. Estamos acostumbrando nuestra vista a que todas las calles de no importa qué ciudad se vayan asimilando las unas a las otras. Clones en todas partes de calles que en su día tenían una estética bien diferente, digamos que con un regusto más caótico. Todo tipo de cartelerías, colores, rótulos, letras, azulejos, baldosas o farolillos hacían las delicias de los paseantes.

Restos de esta estética peatonal nos transportan mas de cien años atrás en la calle de Colón, Nº 13 de Madrid. Es en 1892 el año en que Rafael Fernández Bagena funda las bodegas La Ardosa. El nombre de La Ardosa corresponde a lugar de Toledo de cuyas viñas comenzaba a proceder el vino importado a la capital española.

Como datos curiosos, no sólo el vino tiene lugar en este local, ya que fue una cuna importante de los paladares cerveceros. Las primeras cerveceras europeas estaban en contacto con La Ardosa para que esta representara y distribuyera sus variedades. De hecho, abre el paso a la importación de cervezas checas como la conocida Budweiser.

El local protagonista de este escrito conserva como elementos originales su zócalo de azulejos, el rótulo de cristal grabado y el ventilador. Si seguimos hablando de cosas vintage, también conserva el grifo más antiguo de Guinnes.

La Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico se fija en este tipo de establecimientos para poner en valor sus elementos característicos y que no caigan en las garras de la modernidad. Todos estos locales cuentan un poquito de la historia de cada ciudad y no deberían caer en el olvido, por ello su conservación y mantenimiento son muy importantes si queremos entender la evolución de la estética urbana de nuestras calles. Además, reconozcámoslo, si este tipo de locales fueran reformados, perderían todo su encanto.

Si quieres posturear un poquito con alguna foto en tus redes con tu copita de vino o cerveza y quieres dar el toque cultureta, que sepas que este tipo de fachadas muestran el tópico del casticismo madrileño. Ese aire castizo que se reivindica en el siglo XVIII como defensor de las costumbres de la capital española de clase obrera, sus usos, sus costumbres y su folclore local.

Y ya para terminar el dato más importante, estoy leyendo que su tortilla de patata es la repera, así que no tendremos que quedarnos únicamente en pintar su fachada, sino que habrá que ir a hacer alguna consumición.

Aquí está mi humilde acuarela con mucho que mejorar. Pero lograré hacerlo mucho mejor.

San Román de Toledo

«Oculta su origen en la oscuridad de los tiempos, según los cronistas»

Así de legendario es el comienzo del libro La Iglesia de San Román de Toledo (Iberdrola) y a mí me parece una bonita forma de dar paso a esta publicación.

La Iglesia de San Román o el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda es la primera visita de mi etapa toledana. Lo disfruté a más no poder. Además, como fui de miércoles por la tarde, fue gratuito y estaba yo sola junto a tres visitantes más. Además de esos pocos visitantes y mi cuerpecillo, relacionados con la historia de este edificio tenemos a dos ilustres personajes más.

En primer lugar, Esteban Illán, quien fue alcalde de los mozárabes de Toledo y podemos ver lo que queda de su sepulcro en el interior. La figura de Esteban Illán nos lleva a la de Alfonso VIII, quien fue proclamado rey por el citado regidor en esta iglesia, o eso cuenta la leyenda. Este hecho hace que San Román sea un lugar trascendente en la ciudad de Toledo.

Como ya le había echado un vistazo al libro de Iberdrola de su colección Cuadernos de Restauración, no sólo sabía que la iluminación de este muse la lleva esta empresa energética, sino que pude disfrutar de las pinturas un montón porque las pude interpretar muy bien.

Lo que más ilusión me hizo ver fueron las pinturas del interior de los arcos (intradós), donde se encuentran representados los fundadores, obispos y padres reformadores de la Iglesia. Son de marcapáginas total, y si no mirad a Bernardo y a Benedicto. Son super preciosos.

Si seguimos haciendo una especie de ranking, lo siguiente que más disfruté fue el fresco de La resurrección de los muertos, donde todos los sarcófagos están abiertos y hay gente saliendo de los mismos. Un ángel con trompeta orquesta este momento zombi total. ¡No me digáis que no es super molón!

En el tercer escalón del podio de lo guapo, un dragón rojo lleno de dramatismo ¡Viva el drama y el teatro! Parece ser que esta parte de la pintura pertenecía a una Lucha del arcángel San Gabriel con el dragón.

Si estamos dentro del Museo de los Concilios, hasta aquí ya tenemos contada la parte cristiana con las pinturas. Así que habrá que conciliar al resto de religiones. ¡Seguimos!

Le toca el turno a la parte visigoda con una vitrina que contiene una réplica del Tesoro de Guarrazar. Orfebrería de coronas, cruces y piedras preciosas hacen las delicias del visitante. Me recordó a cuando estuve en el Musée Cluny o de la Edad Media de París, el cual alberga en su exposición parte de este tesoro junto al Museo Arqueológico Nacional y a la Armería del Palacio Real.

Lo que más llama la atención de esta iglesia son sus arcos de múltiples formas. Arcos de medio punto, de herradura, polilobulados, tumidos… Es una pasada deambular entre ellos mientras miras haca arriba con la boca abierta embobado bajo todas esas formas.

Otra parte que me llamó la atención fue la cúpula renacentista que hay en el altar. Toda de blanco contrasta con el gran colorido cálido del resto del templo. Como dato, las pechinas, de donde arranca la cúpula, están decoradas con David, Isaías, Hababuc y Agar.

Podría seguir contando bondades estéticas de este templo, pero se nos haría eterno. Así que lo mejor que puedo hacer es recomendaros ir y que disfrutéis de ello. Ahí os dejo la puerta abierta.

Me encontré con Picasso

Al igual que yo, las matemáticas no eran el fuerte de Pablo Ruiz Picasso. Lo que le gustaba era ver cómo el profesor trazaba los números en la pizarra y con saber las cuatro operaciones básicas, iba que chutaba.

Tras intentar imitar a los clásicos y seguir las normas academicistas, el malagueño se abre a nuevas manifestaciones pictóricas. En medio de esta apertura a nuevos horizontes, viaja a París y le encanta la obra de Toulouse-Lautrec. Es en este momento en que ya empieza a experimentar con sus pinturas.

La primera comunión. Tenía 15 años cuando lo pintó.

Tenemos a un Picasso que en su adolescencia ya tiene asimilado todo lo que le puede aportar una formación académica y en París le basta con un año para llegar a ser más modernista que los propios modernistas. Con todo, todavía le falta algo para dar con su estilo propio.

Ustedes esperan que yo les diga qué es arte.
Si lo supiera, no se lo diría a nadie.

Picasso

Picasso pasó unos cuantos años en modo vida itinerante entre París, Barcelona, Madrid, Horta de Ebro… y fue Fernande Olivier quien logró que se estuviese un poco quietecito.

Siete años duró su relación y tanto Picasso como el padre del artista querían fiesta de bodorrio. Se debió de chafar un poco todo cuando se enteraron de que ella ya estaba casada.

Fernande Olivier con mantilla negra

Fernande, Picasso y más vecinos se reunían en el bar Au Lapin Agile, cuyo dueño les permitía pagar con sus obras. De hecho, Picasso se dibuja a sí mismo como arlequín y a Frédé, dueño del local, como guitarrista. La composición se recrea en Au Lapin Agile y se inspira en Tolouse-Lautrec.

Es curiosa la evolución del nombre de este famoso local del barrio bohemio de Montmartre. El caricaturista André Gill dibuja a un conejo saltando en una cacerola y lo llama Le Lapin à Gill (El Conejo de Gill), lo cual acaba derivando en Le Lapin Agile (El Conejo Ágil).

La gente de a pie conocemos principalmente a Picasso por su etapa vanguardista enfocada en el cubismo. Se presenta a Picasso como inventor del cubismo al mostrar al mismo tiempo diferentes perspectivas de un mismo objeto. Y aquí siempre me gusta hacer el paréntesis de recordar el arte africano. Yo ahí lo dejo.

Tres figuras debajo del árbol

Una anécdota con Las señoritas de Aviñón y que conozco gracias a La Fornarina os la medio cuento por aquí. Apollinaire y Picasso fueron sospechosos en el caso del robo del cuadro de La Gioconda en el Louvre. Al margen del tema detectivesco, se robaron dos tallas íberas que estos dos «artistas» comprarían por 50 francos para continuar con la estafa. Estas pequeñas estatuas sirvieron a Picasso para inspirarse en la creación de uno de sus cuadros más famosos: Las señoritas de Aviñón.

Si queréis saber qué pasó con La Mona Lisa, las tallas íberas, los robos, con el verdadero ladrón y con Picasso y Apollinaire, sólo tenéis que entrar en este vídeo que se curró Naomi de La Fornarina.

Yo detesto a la gente que habla de lo bello. ¿Qué es lo bello? ¡En la pintura hay que hablar de problemas! Los cuadros no son otra cosa que investigación y experimento. Nunca pinto una «obra de arte». Todos mis cuadros son investigaciones.

picasso

No tengo foto hecha por mí en el Reina Sofía del Guernica, pero ello no quita que haya que mencionarlo. Una de las ciudades más antiguas de Vizcaya, Guernica, cae en unos tres cuartos de hora bajo el ataque de aviones alemanes. Guernica y sus gentes sufrieron los experimentos y pruebas del aparato fascista, quedando reflejado todo el sufrimiento del pueblo en los gritos y llantos de las figuras de esta composición.

El encargo de este monumental cuadro procedía del gobierno republicano y su fin era exponerse en el pabellón español de la Exposición Universal de París (1937).

Mosquetero con espada y amorcillo lo podemos visitar en el Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo). Esta obra es uno de los buques insignia de este museo y veremos que se inspira en el Caballero de la mano en el pecho de El Greco. Picasso lo pintó en 1969 y en ese mismo día creó tres cuadros más y varios grabados. Vamos, que fue un año estupendo el del 69. El hombre llegó a la luna, Picasso estaba en toda su pompa creativa y, lo mejor de todo, el gran acontecimiento de 1969 es que nació mi mamá.

Foto hecha por Alicia de el.arte.es.cosa.tuya

Hasta ahora, por si no lo sabíais, os he estado mostrando los sitios donde tengo visto algún Picasso. Así que sólo me queda enseñaros el Museo Picasso de París.

Todas las épocas artísticas del creador malagueño las podemos visitar en el Hôtel Salé.

¿Cómo se conforma esta colección?

Pues en 1979 las obras de Picasso fueron el modo de pago al impuesto de sucesiones francés. Con los años, la colección fue aumentando mediante más adquisiciones y donaciones.

El Hôtel Salé es un palacio del siglo XVII que adquiere el conde Pierre Aubert de Fontenay y Marie Chastelain, su mujer. Se le llama Hôtel Salé porque este conde fue recaudador real del impuesto sobre la sal. Durante la Revolución, el palacio pasó a ser un almacén de los libros de los monasterios suprimidos en el barrio del Marais.

En 1994 la ciudad de París quiso hacer en él un museo del traje, paradójicamente la muerte de Picasso hizo que se cambiara de opinión y que el espacio fuera dedicado a la obra de este autor.

Espero que os haya gustado el recorrido.

¿Vosotros también habéis visto algún Picasso en directo? ¿Os hizo ilusión?

Visita al Musée Rodin

En el mundo hay tres museos sobre Rodin, uno en Filadelfia (EE.UU.), otro en Shizuoka (Japón) y el que conozco yo, en París (Francia). Además, hay otra sede en Meudon, en la periferia de París, donde Rodin instaló su taller para alejarse de toda la fama que tenía en la capital y donde hoy en día también se exponen sus obras.

Fotografía de Auguste Rodin

El museo parisino es el más peculiar de los tres porque fue el lugar elegido por el artista para exponer sus propias obras. Este edificio es un palacete del siglo XVIII que pasa por múltiples manos. Es un banquero de temprana fortuna quien lo manda construir, sin embargo, su siguiente dueño, el mariscal de Biron, es quien le da su nombre: Hôtel Biron.

Musée Rodin de Paris

Con el estallido de la Revolución Francesa, 1789, el palacete tuvo multitud de dueños, hasta que en el año 1820 las religiosas del Sagrado Corazón lo reformulan como escuela para niñas. Las leyes anticlericales de principios de siglo XX en Francia hacen que las religiosas tengan que salir del lugar y permanece en el abandono hasta que en 1908, tras varios artistas fijándose en el edificio y haberlo comprado el estado en 1905, Rodin alquila cuatro de sus habitaciones para, más tarde, hacerse con la totalidad del recinto.

Una de las esculturas en los jardines del museo

El estado francés no tiene en mente conservar el edificio para los mismos menesteres que lo concibe Rodin, así que el artista decide donar toda su obra al estado para, a cambio, disfrutar del usufructo y de la formación del Museo Rodin.

Dono al Estado toda mi obra en yeso, mármol, bronce, piedra y mis dibujos, así como la colección de la Antigüedad que me complace haber reunido para el aprendizaje y la educación, tanto de artistas como de trabajadores. Y solicito al Estado que conserve el hôtel Biron, que será el museo Rodin con todas estas colecciones, reservándome el derecho de residir en él durante toda mi vida.

Aguste rodin

Como bien podemos extraer de las palabras del escultor más célebre de Francia, Rodin dona unas 6.500 esculturas que incluyen trabajos en mármol, bronce, terracota y escayola y cerca de 10.000 dibujos de estampas, acuarelas y grabados. Además, también dona sus propias colecciones tanto de pintura, fotografía, escultura y demás objetos. Entre este último lote de obras ajenas podemos encontrar a artistas de renombre como Van Gogh o Monet.

El padre Tanguy de Van Gogh

Una de las salas está dedicada a Camille Claudel, también artista en escultura. Fue alumna de Rodin para acabar siendo su colaboradora en muchas de sus obras y también fue su amante. Tiene una historia completamente desgarradora detrás, pues acaba encerrada en un manicomio durante 30 años hasta su muerte.

Camille Claudel a la izquierda y Jessie Lipscomb en su estudio de París

Nuestros protagonistas se llevaban 24 años, 22 ella y 46 él. Para Rodin, Camille se convierte en su musa porque tiene una fuerte personalidad, es intransigente y de gran belleza. 15 años los mantienen unidos hasta que se separan. A pesar del mal final, Rodin admite lo siguiente:

Yo le he señalado dónde se encuentra el oro, pero el oro que ella encuentra le pertenece completamente.

Auguste Rodin

De hecho, Rodin la continuará protegiendo artísticamente y anima a que el estado francés le haga un encargo a Camille. Claudel creará La edad madura, una obra llena de fuerza y sentimiento donde se representa a Rodin y a su mujer, Rose Beuret, juntos y alejándose. Mientras, ella implora de rodillas la atención de Rodin llena de juventud en contraposición al cuerpo decrépito y viejo de Rose Beuret.

La edad madura

Los inicios de Rodin fueron realizando dibujos en los que estudia las posturas clásicas. Un ejemplo de ello lo tenemos en Hombre desnudo, visto de frente, el cual se expone en una de las paredes de su museo. En esos comienzos de los que hablábamos, Rodin también hace de modelo y está al servicio de Haussmann participando en trabajos de remodelación de la capital parisina.

La Edad de Bronce fue una obra altamente controvertida en su día. Acusan a Rodin de haber realizado un vaciado de un molde ante el realismo de su escultura. Él intenta defenderse llamando a varios testigos, presentando al modelo que le sirvió para llevar a cabo la obra y mostrando fotografías, pero todo en vano. Al final se la compraron por el precio de un vaciado.

La Edad de Bronce

Esta obra alude a la derrota de Francia ante Rusia en 1870. También la llama El vencido, El soldado herido o El hombre que despierta al exponerla por primera vez en Bélgica. Su modelo fue un soldado belga llamado Auguste Neyt y, con todo el revuelo, es la obra que hace que Rodin salga del anonimato artístico en que se encontraba.

Páginas del libro Rodin. Esculturas y dibujos de Gilles Néret

Rodin queda muy cabreado por las acusaciones de haber presentado un vaciado, así que decide llevar a cabo su San Juan Bautista. Esta figura la hace mayor que el tamaño real de una persona y su modelo, Pignatelli, sirve para plasmar los rasgos de la cara del San Juan. Finalmente, acaba retirando una cruz que portaba porque quitaba movimiento al conjunto y, simplemente, lo deja predicando.

La Edad de Bronce a la izquierda y en el centro San Juan Bautista

De la Puerta del Infierno ya os hablé por aquí, es la obra con la que se obsesiona y es de una complejidad abrumadora. Si queréis saber un poco sobre ella, podéis pinchar aquí. Mientras tanto, hoy os traigo otras obras muy relevantes de este gran escultor.

La Puerta del Infierno se encuentra directamente relacionada con El Pensador. Músculos e intelecto quedan agrupados en la obra más célebre del escultor. Se encuentra presidiendo la citada Puerta del Infierno y supuestamente es Dante pensando acerca de su obra. La tensión de los músculos envuelve de gran energía la acción de pensar.

La caída de Ícaro es resultona al visitante del museo. Tenemos una escultura completamente volteada en cuanto a su eje y, además, se le han añadido unas alas. Al principio, era sólo la figura humana y se llamaba Mártir, hasta que evolucionó en La caída de Ícaro al añadirle las alas.

Podemos llegar a pensar que en una escultura es imposible plasmar varios movimientos simultáneos, que eso sólo es propio de las pantallas. Sin embargo, Rodin tiene unas capacidades increíbles y representa a Adán expulsado del Paraíso de tres formas distintas que constituyen un conjunto en que se lee la desolación del hombre de forma múltiple.

Finalmente, quiero enseñaros El beso y La eterna primavera. Ternura, pasión, sensualidad, amor, intimidad… Los amantes representan a Paolo y a Francesca que iban a ser parte de la Puerta del Infierno. Sin embargo, cautivaron al espectador y se separaron del conjunto. También se dice que emulan a Rodin y a Camille.

La eterna primavera

Paolo Malatesta y Francesca da Rimini son personajes del Infierno de la Divina comedia. Sus familias son enemigas y deciden hacer las paces entregando a Francesca en matrimonio al hermano deforme de Paolo. Gianciotto es el marido cornudo de Francesca que sorprende a la pareja de amantes y los apuñala hasta la muerte. Ambos son condenados la infierno por sus pecados cometidos.

El beso de Rodin a la salida del Musée de l’Orangerie

Estoy segura de que entre alguno de los lectores que habéis llegado hasta el final, hay alguien que tiene en su casa una réplica de la estatua de El Pensador. Y tú, ¿tienes una?

Yo sé que Carmen sí que tuvo una, por eso le traigo este recuerdo por su cumpleaños. Muijijij

Toro de Osborne, icono español

Al igual que cuando escuchamos hablar de España fuera de sus fronteras queda todo resumido a paella, siesta, toros, chorizo, olé-olé; la faceta artística de Manolo Prieto quedó reducida a su Toro de Osborne.

Veamos qué se esconde detrás de esta silueta negra tan española.

Este monumental toro se crea para una campaña publicitaria destinada a la bebida espirituosa Veterano de Osborne.

Es tal la apropiación cultural que los españoles deciden convertir en símbolo y en parte de su identidad esta valla publicitaria.

Toro de Osborne de La Gineta (Albacete)

Contra todo pronóstico, se deciden quitar estos anuncios tan bien acogidos, los cuales hacen hoy en día un total de 92 distribuidos por toda la geografía española.

Esto genera bastante controversia entre las gentes del momento y, para evitar su retirada, la Junta de Andalucía decide inscribir estas vallas de publicidad en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz como monumentos.

Toro de Osborne de La Gineta (Albacete)

Como buen diseñador de carteles, Manolo Prieto dibujó para marcas tan reconocidas como Frigo, Iberia, Mistol o Fournier entre muchísimas otras, ganó numerosos concursos artísticos, compartió revista con Picasso y Miró en Who is Who in Graphic Art, fue el cartelista de multitud de fiestas, creó carteles para teatros y, además, entre otros muchos trabajos y encargos de renombre, creó la medalla Sevilla 92.

Me hizo gracia descubrir que entre las muchas medallas que diseñó, creó una sobre Abelardo y Eloísa. Os conté en su día la historia de estos dos enamorados aquí. En la cara de la medalla salen los dos amantes representando una escena sexual y en el anverso una guillotina castra a Abelardo. Querido lector, te dejo a ti solito interpretando la moraleja.

A lo que íbamos, al toro.

El boceto nace en 1954 en una cuartilla que pasará a vestir las botellas del brandi de Osborne.

Esta silueta en papel resulta un mamotreto completamente apelmazado, sin embargo, a finales de los años 50 la vemos en una valla publicitaria con la referencia de un camino, un árbol, un poste de la luz las nubes o los sembrados, lo cual hace que descubramos sus dimensiones que le dan un gran vigor.

No es la misma silueta la del siglo pasado que la que contemplamos hoy en día desde el coche. Por ejemplo, se elimina la copa de vino o el color blanco de los cuernos.

Me resulta muy curioso cómo la legislación defiende la conservación de la silueta y ordena el cuidado de una valla publicitaria. En cambio, esa misma legislación deja morir bajo tortura en un espectáculo de barbarie a un ser vivo símbolo de todo un país.

Mi primer óleo. Monet

Nacido en París en 1840, en torno a sus 15 años comienza a mostrar sus dotes en el dibujo a través de sus caricaturas. Las personalidades de mitad de siglo XIX eran su blanco.

Jules Didier, el hombre mariposa, 1860. The Art Institute of Chicago

A los 19 años se enfoca más en la pintura y comienza a trabajar en la Académie de Suisse, donde conoció a Pisarro. Sin embargo, digamos que a quien Monet le debe ser pintor es a Boudin, con quien comprendió la naturaleza con la novedosa, por aquel entonces, pintura al aire libre.

El tema tiene para mí una importancia secundaria;
quiero representar lo que vive entre el objeto y yo.

Claude Monet

Tras un corto servicio militar en Argelia, entra en el estudio de Gleyre, donde conoce a Renoir, Sisley o Bazille. Quién los imaginaría a los cuatro, poco después, poniéndose de acuerdo para abandonar el estudio todos juntos. Lo que querían era pintar al aire libre y empiezan a hacerlo en el bosque de Fontainebleau.

Tiene dos hijos con Camille Doncieux, a quien dibuja en La dama del vestido verde y obtiene una buena crítica. Se dice que tarda cuatro días en llevar a cabo este cuadro, pues él el que quería presentar en uno de los salones era Desayuno sobre la hierba. Pero como no le daba tiempo, lo aparca y crea la genialidad de las sedas que apreciamos en el cuadro de Camille.

Camille o La dama del vestido verde

El desayuno sobre la hierba que tenemos a la izquierda es el de Manet y Monet lo quiere superar haciéndolo de grandes dimensiones con figuras humanas a tamaño real, en las que posaron Camille y su amigo Bazille. Además, Monet se toma muy en serio todas las críticas que le hicieron a Manet y quiere que su desayuno sea impecable mostrando a gente bien de París, ataviados a la moda y con comida muy rica. La crítica había fulminado a Manet al representar dos mujeres desnudas porque sí, sin ninguna excusa de alegoría mitológica y, para colmo, una de ellas mirando fijamente al espectador de manera seductora.

Una curiosidad que encontramos en sus primeros años es que Monet, junto a Caillebotte, fundan la Societé Anonyme Coopérative d’Artistes, Peintres, Sculpteurs, Graveurs, etc a la que pertenecerán muchos de los artistas impresionistas. Sin embargo, no es una sociedad duradera, pues la acaban extinguiendo alrededor de un año después.

Louis Leroy fulmina a esos primeros impresionistas al decir que sus cuadros están inacabados y que sólo pintan impresiones. De hecho, es curioso que el nombre de esta corriente artística, Impresionismo, nazca de una crítica despectiva basada en un juego de palabras de Louis Leroy ante el cuadro de Monet Impresión, sol naciendo.

Impresión, sol naciendo de Monet

No sólo Louis Leroy y su infravaloración de este nuevo arte tienen repercusión en el mundillo impresionista, sino que, en contraposición, encontramos a Durand-Ruel. Es el marchante de arte más influyente del círculo impresionista y a Monet siempre lo ayudó encargándole obras y respaldando sus viajes de trabajo.

Durand-Ruel, mecenas de los impresionistas

Es Durand-Ruel quien expone la serie de 30 cuadros de La Catedral de Rouen. Parte de esta serie tuve ocasión de tenerla delante en el Musée d’Orsay y de verdad que es una maravilla. Plasma luces que sólo duraban unos minutos al día y le costó el alquiler de una habitación que daba a la fachada oeste de la catedral. Sin embargo, todos los cuadros no están tomados desde la misma perspectiva porque tuvo que acabar cambiándose de habitación al no poder pagar el alquiler.

También tuve ocasión de conocer sus famosos Nenúfares en el Musée de l’Orangerie. Están inspirados en el jardín acuático de Giverny, donde vivió Monet con su familia. Tras la Primera Guerra Mundial, el pintor dona ocho de sus Nenúfares al estado francés, pero se acaba arrepintiendo de la donación porque pasa por muy malos momentos al sufrir cataratas que le quitan la visión.

Me parece alucinante que en los años 20 del siglo pasado ya se efectuaran operaciones de cataratas, de hecho, Monet tuvo que exponerse a dos de ellas para recuperar la vista. Con todo, la depresión ya se había instalado en él y con desgana y desolación trabaja sus últimos años en la decoración de los Nenúfares.

La sala donde se exponen estas obras de dimensiones gigantescas es llamada por André Masson la Capilla Sixtina del Impresionismo. Y yo no puedo estar más de acuerdo con él.

Como se puede ir viendo en las fotos que no están tomadas de San Google, he aprovechado y he ido rescatando las fotos que hice en su día a la obra de Monet cuando estuve en París y, finalmente, os quiero dejar el posado al aire libre de la hijastra de Monet, Suzanne Hoschedé, llamado Mujer con sombrilla mirando a la izquierda o Estudio de figura al aire libre, hacia la izquierda. Me encantó encontrar la foto en la que salgo yo con estas dos obras y que cinco años después iba a descubrir la técnica del óleo con ellas.

Os dejo una pregunta para cerrar la lectura.
¿Cuál es de Monet y cuál es el que hice yo? Ja, ja, ja.

Gracias, Pablo, por creer en mí y hacérmelo saber.

La cama de Toulouse-Lautrec

La cama de Toulouse -Lautrec está expuesto en el Musée d’Orsay.

Yo pensaba que se trataba de una pareja hetero representada en una escena tierna en una cama.
Sí y no. Lo primero en lo que me equivoqué es en que son dos mujeres quienes están bajo el hechizo del amor.
Y la segunda equivocación en la que caí es en el concepto de amor romántico que pensaba acerca de esta pintura.

Toulouse -Lautrec, a pesar de pertenecer a la nobleza, frecuentó la vida bohemia parisina y sus cabarets.
Como hombre de extremos que fue, pudo asistir a una vida lujos y, en contrapunto, ver la vida de miseria de los prostíbulos.

Montaje fotográfico de Toulouse-Lautrec

Las mujeres en La cama se miran con ojos de complicidad, complacencia e intimidad.
Las prostitutas, en el siglo XIX, continuaban siendo tratadas como objetos y mercancías y eran explotadas y usadas por los hombres.
El lesbianismo era su manera de satisfacer las necesidades de afecto, cariño, ternura o comprensión.
Por otra parte, estos vínculos podían llegar a establecerse al tener que compartir lecho al no haber suficiente espacio para tener camas para una sola en estos lugares de «trabajo». Así que en resumidas cuentas, en muchos casos el roce acababa haciendo el cariño.

El amor romántico no sólo fue un traspiés en mi interpretación de esta pintura, sino que en la vida misma también fue un engaño. El amor de príncipes y princesas en armonía con pajaritos no existe. ¿Tú ya pudiste darte cuenta de ello o todavía no fuiste desengañado?