Envuelta en un manto de niebla blanquecina
el armazón de su espalda al cielo se aproxima.
Envuelta en un manto de niebla blanquecina
el armazón de su espalda al cielo se aproxima.
Hoy me apetecía hacer una entrada especial en el blog. Es mi cumpleaños y, por ello, quiero autorregalarme una entrada con 25 cosas que me hacen feliz cuando voy a París.
El tiempo vuela y en nada ya tendré que volver a mi Tierrina, pero además de volver con un año más, también voy a volver con todo un bagaje de experiencias vividas en tierra gala que ya muchos quisieran.
He intentado vivir cada momento de este año en el extranjero con la mejor de las sonrisas.
También creo haber sacado el mejor provecho de cada momento de bajona (que gracias a dios han sido muy pocos)
Y todos los días estoy intentando empaparme al máximo de todas las historias posibles relacionadas con los lugares que visito en mis escapadas a París, que es de lo que más me gusta de mi estancia en Francia.
Antes de venir a la Galia hice una lista con las cosas que me gustaría hacer o visitar y, afortunadamente, ya he ido cumpliendo muchas de ellas.
Por todo ello quiero escribir esta entrada, porque estoy siendo feliz realizando mi sueño de vivir y trabajar en Francia y porque quiero compartir con vosotros los lugares y las pequeñas tonterías que me han dado un agradable momento de felicidad.
¡Ahí va mi lista! Espero que os guste, siempre podéis añadir algo más en los comentarios. No dudéis en escribirme.
1- Subir las escaleras de Montmartre y picar algo arriba mientras París hace vida.
2- Perderme por las calles de París e ir conociendo nuevos lugares fascinantes.
3- Conocer los más viejos de París: el árbol más viejo de París, plantado en 1602 al lado de la iglesia de Saint Julien le Pauvre; y la casa más vieja de París, edificada en 1402 sigue en pie en el 51 de la rue Montmorency.
4- Ver la tele, una serie o escuchar la radio en francés. La tele la verdad que no la veo nada, en todo este año vi Eurovisión y ya. Muy tristes los comentaristas gabachos… Pero series ya he visto la de Métronome (la cual os recomiendo fehacientemente), L’amour à 200 mètres (lo pasé pipa), Ever after high (sé que es infantil pero lo flipé) y Reign (sobre la reina María de Escocia, enganche total). Todas en francés y subtituladas en francés, para ir haciendo oído. Y respecto a la radio, somos fans de La radio sans pub.
5- Ir al mercado. Los viernes toca el de Arpajon y los domingos el marché de Bastille en París, en el boulevard Richard Lenoir. Hay mucha comida típica, fresca y muchos puestos de recuerdos y souvenirs a muy buen precio. Además el ambiente es muy animado.
6- Hacer trasbordo en el metro parisino una y otra vez como si nada. Ahora que ya lo veo con un poco más de perspectiva, si hago esto es, o porque la línea esta fatal comunicada con mi destino, o porque me he perdido… Afortunadamente, en todo el año que llevo aquí sólo me he perdido una vez y me confundí otra. Dos en total. Al final resulta muy fácil y cómodo lo del metro.
7- Tener largas conversaciones con franceses. Al principio acababa con la cabeza como un bombo si escuchaba a los demás hablar más de la cuenta en francés, pero ahora ya estoy acostumbrada y la verdad que no hay problema. Bueno, siempre que el tema a tratar no sea una chapa.
8- Comprar un libro en una librería francesa tipo Gibert Jeune, Shakespeare & Company, una tienda de segunda mano o uno de los puestos que hay a la orilla del Sena (les bouquinistes).
9- Salir por la noche parisina.
10- Ir a uno y otro museo todo lo que se pueda y más, hasta que se acaben.
11- Comprar una baguette (decepción total) y comer un croissant (todavía no he dado con uno que esté malo!!!)
12- Recorrer el Grand Axe (me metí en una tarde La Défense, L’Arc du Triomphe, Concorde y Saint Michel), en ello entran les Champs Elysées.
13- Subir a la gran noria de París (La Grande Roue).
14- Morrear en el Muro de los Te quiero, y en lo alto de la Tour Eiffel, y en el Sacré Coeur…
15- Subir a la Torre Eiffel, al Arco del Triunfo, a las Torres de Notre Dame y de Montmartre y ver las grandes panorámicas de París.
16- Leer libros en francés. Obviamente ya cumplí con El principito de Saint Exupéry y con Nuestra Señora de París de Victor Hugo, de la cual leí un buen pedazo en Notre Dame (¡¡como tiene que ser!!).
17- Relajarme a los pies de Notre Dame y ver la cantidad de turistas que no paran de un lado para otro.
18- Descubrir un lugar mágico, como el Canal de Saint Martin, y ver otra de las muchas caras de París, no la de los turistas, sino otra más tranquila.
19- Poner un candado del amor en uno de los puentes del Sena, si hay que ser turista se es de verdad de la buena.
20- Montar en uno de los barcos que recorren el Sena a lo guiri total y ver lo más famoso de París desde una perspectiva diferente.
21- Saludar desde la orilla a los barcos con turistas (y recibir el saludo, claro).
22- Espatarrarme en cualquier jardín de París y disfrutar del ambiente (Jardins de Luxembourg, Jardin des Tuileries, Champs de Mars, Parc de Buttes Chaumont, Parc Monceau, Parc de Sceaux, Domaine de Chamarande y un largo etcétera).
23- Asistir a un concierto improvisado en las calles de París (o de mi gato-compi-de-piso).
24- Comer un crepe, una quiche, una fondue, un coulant, una blanquette, un croissant, una galette, macarrons o lo que sea típico francés.
25- Compartir toda esta experiencia con un ser querido.
26. Y finalmente añado una 26 porque son los años que cumplo: SER FELIZ VIVIENDO EL PRESENTE.
Espero que os haya gustado. Ya sé que hay mil cosas más por hacer, así que ahora es el turno de que vosotros las compartáis. Os espero en los comentarios.
El 1 de mayo de 2017 sembrábamos la semilla de lo que ahora veis como Tablaturas de mis pasos.
El proyecto de mudarme de país dio comienzo a este boceto de blog personal y poco a poco va tomando forma.
En un principio había pensado en compartir con vosotros el material que utilizo y que creo para mis clases de español en Francia. Sin embargo, todo ha ido tomando un cariz algo distinto, lo podéis ver vosotros mismos. Al final os estoy contando de todo un poco, los libros que leo, los lugares que visito, la comida que saboreo, las impresiones que tengo sobre los franceses y su cultura…
La verdad que prefiero que el blog se vaya desarrollando como lo vaya pidiendo, de forma natural, no quiero imponer nada. Que fluya…
En mayo de 2017 dio comienzo este blog, ya os he contado lo que me gustaría hacer para este nuevo año. Ahora os cuento cómo fueron nuestros comienzos y en qué manera vosotros nos habéis estado apoyando a través de vuestras lecturas, comentarios, me gusta, seguimientos, etc…
Tablaturas de mis pasos en Facebook cuenta con 332 me gusta y 29 opiniones (28 de 5 estrellas y una de 4 estrellas). La publicación que cuenta con más me gusta es una foto de Notre Dame de París y suma 123 me gusta. Os animamos a pinchar en el enlace del nombre de la página y a seguirnos.
Tablaturas de mis pasos en Twitter se llama Oviversai y en el apartado de seguidores contamos con la gran cifra de 1.612 seguidores. Hemos publicado 1.097 tweets. Somos muy activos en Twitter y estamos muy contentos de que nos acompañéis en ello.
En Instagram Oviversai ya alcanza las 158 publicaciones y los 179 seguidores. La foto que más me gusta alcanzó es una de los pies de la Tour Eiffel y cuenta con 81 me gusta. Solemos publicar muchas historias, así que te recomendamos seguirnos para que no te pierdas ninguna. ¡Te esperamos!
En Pinterest nos llamamos Tablaturas de mis pasos y contamos con 54 seguidores que siguen nuestros variados tableros.
También nos encontramos en Tumblr como Tablaturas de mis pasos y a pesar de ser muy activos sólo contamos con 14 seguidores.
En Bloguers.net llegamos casi siempre a portada gracias a vuestros votos positivos. De 46 artículos enviados, 34 han llegado a portada. Nos llamamos Oviversai y tenemos 58 seguidores.
Tenemos un grupo de Telegram donde publicamos las entradas del blog que se llama Tablaturas de mis pasos.
Y ahora vamos al meollo de la cuestión. En Tablaturas de mis pasos en WordPress contamos con 126 seguidores. Hemos publicado 46 entradas, las cuales han recibido 2.984 visitas entre el 1 de mayo de 2017 y el 4 de enero de 2018. Todas esas visitas son fruto de 1.623 visitantes.
En 2017 contamos con 204 comentarios, es decir, una media de 5 comentarios por publicación.
Respecto a los me gusta, estamos muy orgullosos de los 406 me gusta que nos habéis dado, lo que hace una media de 9 me gusta por publicación.
Y habéis sido lectores de 27.136 palabras, una media de unas 603 palabras por cada publicación.
Habéis sido super amables, y ello lo demuestran los propios números. La entrada con mayor número de comentarios, para ser exactos 33, es la de Problemas en Francia. Ayuda, salir fuera es duro.
El bloguero que más veces se ha lanzado a comentar ha sido Aubescrit. ¡Muchas gracias por tu participación!
Estamos encantados con todas estas cifras. No esperábamos ni la mitad de la aceptación que estamos teniendo y estamos muy contentos de poder continuar en este proyecto llamado Tablaturas de mis pasos. Sin vosotros no hubiera sido posible llegar hasta aquí.
Mis mejores deseos para el nuevo año y que todos vuestros proyectos se cumplan.
Finalmente, la visión del mundo se focaliza sobre la figura humana y entramos de lleno en el periodo renacentista. Para poder visualizar claramente este paso,podemos fijarnos en la Dama del Unicornio; serie de tapices que tuve la oportunidad de ver de primera mano en el Museo Cluny de París y que me maravillaron. Os dejo un par de fotos de cuando estuve allí.
Recomiendo la lectura de este pequeño libro puesto que la historia medieval de Francia se vuelve muy amena con sus diversas y abundantes ilustraciones y se encuentran muy bien esquematizados los conocimientos clave para comprender fácilmente la Edad Media en Francia.
Título: Trésors du Moyen Age.
Autor: Caroline Desnoëttes.
Editorial: Réunion des Musées Nationaux.
Género: cultural, didáctico.
En invierno hay que forrar y de toda la vida has de engordar.
En esta época tan fría del año no se puede andar escatimando en comida y hay que cuidarnos muy mucho de coger catarros. Así que para mantener las defensas firmes yo he comido todos estos platos riquísimos.
Espero daros alguna idea para cocinar con estos platos de noviembre.
¡Qué aproveche!
En Arpajon hay un sitio especializado en crepes que, como no podía ser de otra manera, se llama La crêperie. Su comida es bretona, mucho crêpe salado y la decoración del lugar también es de la Bretaña. Eso sí, la música debía de ser la radio latina, porque tenían reggaeton en español sin parar.
Tenían anunciada su sidra por todo lo alto, se puede apreciar en la foto. Así que como buenos asturianos nos lanzamos a probar la sidra de Val de Rance y la verdad que estaba muy buena. Era muy suave y sabía muy bien. Lo único que se me hizo raro durante todo el rato fue ¡beberla en taza!
Comimos todos los crepes como pepones, nos pusimos las botas. Estaba todo delicioso, os podéis hacer una idea por las fotos, je, je, je. La primera vez que comí un crepe salado no me gustó nada, pero he de decir que mi paimpol estaba buenísimo.
La carta era muy original, os la dejo en las imágenes. Los crepes salados tenían los nombres de diferentes ciudades: Saint Malo, Brest, Morlaix… Y los crepes dulces tenían nombres de grandes caballeros y grandes damas de las historias del ciclo artúrico: Lancelot, Arturo, Merlín el Encantador, Morgana…
Lo único que tenéis que hacer si os apetece ir a comer a La crêperie es ir con buen apetito y reservar con antelación. ¡Que no se os olvide!
Vamos a dejar un poco de lado la comida de restaurante y nos pasamos al arte culinario en casa. Como me sobraron unos champiñones que ya no daban más de sí y tenía un poco de pollo en el congelador que no sabía qué hacer con él, se me ocurrió guisarlo. Y ahí le metí ajo, cebolla, aceite, avecrem, los champiñones, zanahorias, patatas y el propio pollo. Y la verdad que no esperaba que supiera tan sumamente bien. Está mal decirlo, pero me sorprendí a mí misma.
Estas cosas que sólo haces cuando hay algo de oferta es comprar cosas que no tienes ni idea de lo que son. Y yo compré unos ñoquis. No tenía de ni la más repajolera idea de lo que eran, pero por si alguien no lo sabe, vienen a ser una especie de patatas cocidas que parecen bolitas de pan de miga. Los mezclé con salsa de queso azul y quedaron sublimes.
Y otra de las cosas que todos hacemos, aunque no lo queramos reconocer, es aprovechar las cosas que sabemos que no vamos a comer para reinventar platos. En mi caso sabía a ciencia cierta que no iba a comer una manzana que ya había comprado hacía un tiempo. Así que a la manzana le sumas unas grosellas y una frambuesa y te sale un pastel de manzana todo decorado. Muy orgullosa de mi creación.
En el colegio, los profesores, todos los miércoles hacemos desayuno en el recreo. Tenemos una lista con las fechas de todos los miércoles del curso y el día en que te apuntes tienes que llevar algo para desayunar. Así que yo llevé algo muy español, tortilla de patata, y algo muy asturiano, frixuelos. Todo muy rico.
Este mes tocó ir de viaje a Reims y a Metz. Nos encantaron las dos ciudades y comiqueamos diferentes manjares para el paladar.
La primera parada que hicimos en Metz fue en el establecimiento Bar Saint Jacques. Comimos una tartiflette, unas galettes y una baguette flam‘. Y super económico, la verdad.
La siguiente parada fue para merendar y fuimos a la crepería Le Saint Malo. Debía de tener muy buena fama porque estaba abarrotada y la verdad que los crepes no pudieron ser mejores. Pedimos uno de especulos, otro de nutela y chantilly y otro de chocolate y chantilly. Chantilly viene a ser lo que llamamos de toda la vida nata montada para postres.
Coincidimos con el mercadillo de Navidad de Metz y como no podía ser de otra manera teníamos que hacernos con algo típico del lugar. Entonces en uno de los puestecillos dimos con los famosos bretzels. En mala hora los cogimos… Para hacernos una idea, tienen el tamaño de palmeras de chocolate grandes, la masa viene a ser de brioche y tiene unos tolondrones de sal bastante curiosos. La masa estaba a medio hacer, estaban como morrillos, y la sal sabía a rayos. Y a mí me encanta la sal. Me sentaron como una piedra, nunca más. Pa quien los quiera. Pero bueno, ya puedo decir que he comido, o intentado comer, un bretzel.
Sesión cervecera en la cervecería Les berthom. Ambiente inmejorable, música genial para poder pasar el rato, charlar y disfrutar de la cerveza y de la genial decoración del bar. Nos tomamos unas cuantas pressions que eran la Chouffe especial de Navidad (muy buena), la Maredsous (mejor imposible) y la Vedett (no me gustó nada, yo soy más de tostada).
Como todo sábado típico de cualquier ciudad, hay que acabar la noche con un poco de comida rápida. Y esta vez les tocó a las patatas asadas formar parte de nuestro gran imaginario culinario. Pedimos una de jamón y queso, por el tema de no arriesgar, y una Lorraine. Esta última venía a ser una patata hecha con ingredientes típicos de la zona, o a la manera de la zona o a algo de la zona (zona, zona xD), porque no me quedó claro. Lo que quedó claro fue el recipiente, porque no dejamos ni una miguita.
Cambiamos de ciudad y nos vamos hasta Reims. Para quien no lo sepa (yo no lo sabía) el champán es típico de esta región. Así que nos vimos obligadas a probarlo, no nos quedó otra. Un ojo de la cara en Le lion de Belfort nuestra copita de champán (8€ de copita por cabeza, porque no era copaza era copita, pero hay que reconocer que estaba bueno).
Ya sólo por el precio la foto del champán merece estar sola. A continuación os dejo las otras cositas que comimos. No me acuerdo de cómo se llaman pero eran espaguetis con una bola de carne muy rica y con una salsa buenísima. Y de postre mousse de chocolate y vainilla caramelizada.
Si alguno de los que me está leyendo nos sigue, recordaréis que hicimos una buena cosecha de calabazas del huerto. Así que como no podía ser de otra manera hice puré con nuestras propias calabazas. Y quedó buenísimo. Eso sí, de una sola calabaza ya podemos sobrevivir durante todo el invierno, ¡porque madre mía menudo bicho!
En la foto os dejo unas albóndigas en pleno proceso. Fueron de esas cosas que se cogen porque están de oferta y la verdad que me quedaron sensacionales. Se me olvidaron en el fuego y algunas de las patatas quedaron con un requemado de la cebolla ¡que sabía a gloria! Tienen que olvidárseme más veces las cosas en el fogón… Ja, ja, ja.
En los tres meses que llevo aquí todavía no había comido una pizza. Me estaba currando mi comidita. Pero un día llegó la vagancia y no se fue. Así que no quedó otra y hubo pizza con queso de cabra pa comer.
Ahí donde los veis, me costó la vida encontrar unos garbanzos, pois chiche. No existían en ningún supermercado. ¡En la Galia no hay garbanzos! ¡Y a mí me encantan los garbanzos! En consecuencia, cada vez que voy a un supermercado paso la vida en la sección de legumbres por si alguien ha pensado en mí y ha traído un porte con garbanzos. ¡¡¡¡¡¡Y eso sucedió el otro día!!!!!! Así que aquí os dejo, toda orgullosa, mis primeros garbanzos. Riquísimos.
Para cerrar esta entrada, y para cerrar el mes de comidita de noviembre, nos dejamos caer por el Buffalo Grill. Era un lugar de obligada parada porque siempre que cogemos el coche lo vemos desde la autopista con sus luces rojas y fluorescentes. Así que teníamos que cumplir con la llamada y era obligatorio ir a conocer y degustar el lugar. Nos jartamos a hamburgesa de bacon y la salsa de roquefort estaba de toma pan y moja (o más bien de toma patata y moja). La carne espectacular. Supongo que a lo largo de este año acabaremos repitiendo.
Y hasta aquí muchas de las cosas que nos hemos metido entre pecho y espalda durante este mes de noviembre.
Espero haberos dado alguna que otra idea para comer esta semana y espero veros muy pronto por aquí otra vez.
¡Hasta luego!
Para aquellos que no lo sepáis, estoy viviendo toda una experiencia en Francia al haber conseguido trabajo como profesora de español para extranjeros en un colegio de alumnos equivalentes a nuestro 6º de Primaria y nuestro 3º de la ESO.
Estoy aprendiendo muchísimo de esta profesión. Y creo que se tiene super infravalorados a los profesores.
«Ah, que eres profesor. ¡Vaya vacaciones que te pegas eh majo…!» Es la frase por excelencia que tenemos que escuchar. También tenemos la variante de «no os quejéis tanto, que son sólo niños y luego tenéis muchas vacaciones».
Para quien no lo sepa, o no quiera darse cuenta, ser profesor es mucho más que ponerse delante de unos niños, recitar la lección y marchar.
Ser profesor es mucho más que tener vacaciones abundantes y los fines de semana sin tener que ir a dar clase.
Ser profesor es mucho más que dar una lección y mandar un par de deberes.
Ser profesor es mucho más que preparar los materiales que se van a ver en clase.
Ser profesor es mucho más que ser la persona que está con tus hijos cuando no tienes dónde dejarlos.
Ser profesor es mucho más que esa persona que pone notas a los deberes y exámenes de tu hijo.
Ser profesor es mucho más que esa persona que le da una regañina a tu hijo por haberse comportado mal en clase, porque sí, su hijo se porta mal en clase…
Ser profesor es mucho más que corregir exámenes y pasar página.
Ser profesor es mucho más de lo que piensas…
Ser profesor es preocuparte por ellos. Saber cuándo están mal y querer ayudarlos a salir del trago.
Ser profesor es pensar en cuál es la manera correcta de dar una lección para que tus 30 alumnos, todos con unas capacidades diferentes, puedan asimilar y comprender el tema.
Ser profesor es ver en cada canción de la radio, cartel publicitario, folleto, libro, vídeo del Facebook o foto de Instagram un nuevo material para usar en clase.
Ser profesor muchas veces es querer y no poder porque ves que tus alumnos no se involucran lo suficiente.
Ser profesor es querer que tus alumnos den lo mejor de sí mismos y que saquen lo máximo que llevan dentro.
Ser profesor es saber cómo explotar al máximo y buscar cómo sacar el mayor rendimiento a cada uno de ellos, porque todos ellos son iguales, pero al mismo tiempo son únicos, irrepetibles e incomparables.
Ser profesor es acabar buscando un hueco para poder hablar con ellos de tú a tú.
Ser profesor es preocuparte por tus modales y tu forma de vestir porque sabes que eres un ejemplo para ellos y que te debes de comportar como alguien a quien seguir, y para ello intentas no tener ni un solo fallo.
Ser profesor es pasar los fines de semana preparando la siguiente lección y adecuándola a cada nivel, incluso a veces, a cada alumno.
Ser profesor es romperte la cabeza para sacar lo mejor de ese niño que tiene una situación difícil detrás, que tiene potencial, pero que la realidad lo está consumiendo.
Ser profesor es corregir un examen, sumar todos los puntos antes de calificar el último ejercicio, y puntuar ese último ejercicio de manera que pueda aprobar. Porque sí. Porque ahora me doy cuenta de que muchos de mis 5 son profesores que quisieron tirar de mí.
Ser profesor es dudar entre dejar el suspenso que ha sacado el alumno o ponerle un aprobado raspado por no saber qué es lo que más va a motivarlo para seguir trabajando, si el aprobado por los pelos para poder tener más margen la siguiente vez o el suspenso para la próxima vez aprobar.
Ser profesor es bregar con padres ultraprotectores, padres que no quieren ver la realidad, padres que se creen las agendas de sus hijos, padres que no les dan la autonomía necesaria para el desarrollo adecuado a su edad…
Ser profesor es tratar con padres desagradecidos con nuestra labor por haber reñido un día a su hijo charlatán, o como dicen aquí en Francia, perturbador de la clase.
Ser profesor es tratar muchas veces con padres responsables y comprensivos que te dan todo su apoyo a la hora de sacar adelante al alumno/hijo.
Ser profesor es trabajar «muy poco» en cuanto a jornada laboral, pero os aseguro que muchísimos de vosotros no aguantaríais una hora teniendo que adaptar vuestros conocimientos a una horda de adolescentes hormonados con ganas de hacer el tonto.
Ser profesor es estar supuestamente una hora con cada grupo, pero el trabajo que hay detrás relacionado con ese grupo…, os aseguro que muchas veces sobrepasa la jornada de 8 horas.
Ser profesor es verlos sentados e imaginar cómo y qué serán de mayores.
Ser profesor es desear día tras día que tengan éxito en su vida.
Ser profesor es querer sacar lo mejor de ellos mismos y esperar que todo lo que aprenden en clase les sirva en alguna situación en el futuro.
Ser profesor es querer darles las bases para que luego se puedan desenvolver en la vida, darles las bases para que nadie los engañe y puedan pensar con total autonomía y de manera clara, sin coacciones.
Ser profesor es mucho más que una profesión.
Ser profesor es ser persona
Las luces nos dicen que está más lejos de lo que esperábamos.
El anaranjado de su cuerpo nos dice que nos quiere sentir cerca.
Nos dejamos llevar por la luz entretejida de su metal incandescente.
O más bien es mi percepción quien la tilda de un suave calor.
Cuando llegamos a un nuevo lugar, ya sea por vacaciones, por trabajo o por un cambio de vida total, siempre hay una serie de cosas que de primeras nos impresionan. Esas cosas que nos chocan pueden ser tanto del propio lugar como de sus paisanos.
De momento sólo llevo dos meses vividos en Francia, pero os aseguro que tengo bastantes situaciones, tradiciones o cosas en general que me dejan bastante descolocada y otras muchas que me causan buena impresión y placer.
¿Vosotros también tenéis anécdotas curiosas que contar?
¿Qué es lo que más os ha chocado una vez que habéis salido de casa?
En septiembre os hice un pequeño adelanto de las primeras impresiones que tuve de Francia y de los franceses en la entrada Cosas que me sorprenden de Francia. Pero esta vez quiero explayarme un poco más.
¡¡¡¡COMENZAMOS!!!!
La diferencia entre b/v. Por todos es sabido que en el español actual no existe dicha distinción, pero ello no quita que en nuestra hermana lengua francesa no hayan obviado la diferencia entre ambos fonemas. En consecuencia, un español puedes estar gritando en medio de la calle «rápido, rápido», pero los oídos franceses estarán escuchando «polla, polla»… Porque no es lo mismo vite que bite… ¡Olé!
Productos bio por todas partes. Más bien parece una moda que una forma de respetar el medio.
Ya sabemos que los españoles en tema de horarios somos los raritos de Europa. Yo he de decir que dos meses después sigo con mi horario español. Mi trabajo me lo perite así que nada de comer a las 12h… ¡Dónde se vio eso por favor! Ja, ja, ja. Eso sí. Todos mis compañeros, cuando llega la hora de comer, todos me preguntan extrañados que si no como… Pues no, para mí comer a las 12 es como hacer un segundo desayuno…
Pagar con cheque cualquier cosa… Es algo a lo que nunca me haré. En cambio, me he adaptado muy bien a pagarlo todo con tarjeta. Avec carte bleue, s’il vous plaît. Por ende, tener que llevar el RIB en la cartera por si acaso (el número de cuenta al completo). Yo en Asturias llevo el paraguas plegable por si acaso, ¡no cosas del banco!
La manera de saludarse:
De besugos total pero me encanta. Ja, ja, ja.
Vengo de Oviedo, ciudad que ha recibido hasta la friolera de 10 veces el galardón de la Escoba de plata, oro o platino, según el año. Ésto se traduce en que la ciudad oventense es premiada por labor en la limpieza. Así que os podéis hacer una idea del contraste que vivo diariamente por las calles del pequeño pueblecito de París en el que vivo y también cuando voy a la gran metrópoli… Gran circuito de obstáculos esquivando contenedores de basura que dejan bastante que desear, las papeleras con las bolsas transparentes para que se vean los desechos (por seguridad), apartar las hojas de los árboles a un lado y no recogerlas, olores a pis y a de todo, las cacas de perro y de no tan perro… Y creo que no voy a seguir.
Todo el mundo fuma. TO-DO EL MUN-DO. Y no se ven campañas antitabaco, o al menos yo no las veo… Será porque no fumo…
Utilizar indistintamente il/elle. O en mi caso más bien utilizar para todo él. Que para mí es él en español para el masculino y elle en femenino para el francés. Así que eso se resume en que digo siempre el sonido el y todos quedan flipando. Ja, ja, ja. El mismo modo aleatorio para hacer la diferencia entre todas las -e francesas, ai y ei, u y ou y las nasales. ¡Viva la descoordinación y el libre albedrío!
Odio eterno a los besos todos los días. TO-DOS LOS DÍ-AS. Soy profesora en un colegio y se ven de lunes a viernes todos y cada uno de los días. Y a eso añádele que nunca desconectan y nada más acabar la jornada siguen hablando por el móvil. Vamos a ver, es necesario darse besos con todas las filas de todas las clases en el recreo y justo antes de entrar en clase¿?¿?¿?¿? ¿De verdad es tan necesario? ¡Os habéis visto AYER, y anteayer, y toda la semanaaaaaa! Y lo mismo con los profesores. Menos mal que a mí nadie se me arrima.
Estar en el tren/metro lleno de gente hasta arriba o en un restaurante hasta los topes y que no se oiga el típico ruido de barulle a tope. De hecho, que sólo se te oiga a ti hablar con tu colega o por teléfono… Hasta parece que se oye tu propio eco… ¡Qué silenciosos!
Oda a la Navigo (tarjeta de transporte). Nada más que añadir.
Nunca nos lo enseñan en clase de francés. Nunca aparece esta palabra. Pero si de verdad quieres tener un mínimo en la lengua francesa tienes que saber usar y entender la palabra truc. Significa cosa. Y la utilizan para TODO. Todo es un truc. Y yo no lo había escuchado hasta que llegué a aquí. Toda una vida estudiando francés para nada…
En clase los alumnos se quedan de pie hasta que el profesor, yo, les mando sentarse. Bueno, eso los alumnos normales y no tocacojones. Y luego siempre me llaman Madame. Porque aquí los profesores son Monsieur o Madame. Así que al hacer la traducción me he convertido en na Señora en la flor de la vida, en la veintena… Eso sí, como alguien no me llame Señora me parece mal. Así que hasta este punto han cambiado las tornas. Que en España como alguien me llame señora flipo y como en Francia no me lo llamen me enfado. Ja, ja, ja. ¡Viva la doble personalidad!
La región está dividida en departamentos y cada uno tiene un nombre, obvio, pero también tienen asignado un número, el cual es el principio del código postal. Pues, por ejemplo, en vez de decir Essonne a secas, dicen 91. Y yo que no me entero con los nombres pues menos con simples cifras.
El tema intercultural. Ver extranjeros de clase media, y no como en Asturias que principalmente los extranjeros que se ven vienen a mendigar. Negros en super coches, de traje, los chinos lo mismo, mucho indio, judío, marroquí, etc. Y todos como uno más, con sus trabajos y llevando sus ropas típicas. Es una pasada que haya tanta tolerancia por las calles.
El tema de la pobreza. Se me cae el alma a los pies al ver a familias enteras con un colchón en el suelo en medio de la acera. Con niños e, incluso, bebés. Y depende de la zona te puedes encontrar hasta tiendas de campaña en los aparcamientos en batería de los coches. Increíble el grado de miseria en contraste con la riqueza y el portento de París.
La gente no lleva paraguas aunque llueva. Y luego no se quitan el abrigo ni por dios cuando entramos en el tren. Vamos a ver, si es para un trayecto de 10 mins lo entiendo, pero para una hora de viaje… ¡Quítatelo por dios, que me das calor de sólo mirarte!
El tiempo loco. Pero vengo de Asturias. Así que en ese sentido estoy como en casa. Sol, lluvia, nubes, granizo, viento… Todo en menos de una hora. Yupiiiii.
Los puestos en el mercado sólo para quesos. Ummmmm. Fromage. Y los precios tirados del queso. ¡Viva el colesterol!
Los envases de dos lonchas de jamón en el supermercado a precio prohibitivo.
El tema de los baños en las casas particulares. Por un lado tienen la ducha y por otro el váter. Y es toda una suerte que te toque váter con lavabo. Vamos a ver, no es nada práctico ni higiénico todo tan separado. NO, NO LO ES.
La capacidad que tienen de detectar a un español. ¡Son terribles! Me recuerda a los campeonatos de resolver un cubo de rubik. Pero es que te descubren mil veces más rápido. ¿Cómo lo hacen? Detectan a un español con sólo verlo. Como si nos olieran… Entonces cuando paso desapercibida o estoy totalmente integrada me siento super bien. Porque es en plan, logro desbloqueado de camuflaje parisino. Luego está el lado contrario, requetemarcar tu acento para hacer saber que eres extranjero y que no te interesa o que «no te enteras» de lo que te están diciendo/pidiendo.
Otra vez el tema de los horarios. Cuando llega la media tarde y hace acto de presencia el momento caos de bonjour/bonsoir/bonne journée/bonne soirée. Te contestan lo que les da por la gana. Cortocircuito cerebral. Activando modo aleatorio… Ja, ja, ja.
Lo de las terrazas me mata. Esa disposición de las mesas y sillas en modo vitrina de escaparate… Todos mirando hacia el frente, vistas a la acera en vez de a tu acompañante, como si estuvieran en el mar con el lejano horizonte al fondo…
El recogedor de mano en vez de uno como dios manda, con su palo y esas cosas para no partirte el espinazo…
El digicode. Ese gran sistema de seguridad super secreto para tener acceso a tu edificio sin llave y que el código para entrar lo sepan desde el panadero del barrio hasta el presidente de Bulgaria, pasando por los gatos del vecino de dos manzanas más allá…
Al comprar el pan que te lo den en un papelito que no tapa ni una cuarta parte de la baguette. Es decir, que cuando llegas a casa tu pan tiene más microbios que un váter público. Sí, ese pan con el que has recorrido el metro de París y sus calles llenas de sucios obstáculos.
Y para terminar con buen sabor de boca esta publicación, me ha sorprendido para bien la cantidad de gente que lee en el metro y en el tren. Que no desaparezca nunca el hábito de la lectura.
Y vosotros, ¿queréis contar alguna de vuestras impresiones fuera de casa?
¡OS LEEMOS!
Imagen de cabecera tomada en septiembre de 2017 en la Biblioteca del Palacio de Versailles
¡Tenemos nueva sección en el blog!
La he titulado Recolectando palabras porque quiero publicar periódicamente todo el vocabulario y expresiones que estoy aprendiendo en Francia. ¡Así aprendéis conmigo!
Además de anotar aquellas palabras que voy aprendiendo, también os quiero enseñar aquellas que descubro cómo se escriben, palabras que hacía mucho tiempo que no usaba y que recupero del baúl de los recuerdos, y también voy a dejar caer palabras que no paro de utilizar una y otra vez.
La verdad que estoy muy contenta de poder hacer esta sección de contenedor de vocabulario porque eso significa que estoy dándole uso al francés.
Si veis que me equivoco en alguna traducción o al escribir alguna palabra, ¡no dudéis en decirlo en los comentarios!
Allons-y!
hambriento: affamé rotulador: feutre
aspas: pales me voy: je me tire
horario: plan du temps tendedero/tendal: étendoir
un pedido: commande fotocopiadora: photocopieuse
pasarela: passerelle duplicado: doublon
escote/escotado: décolleté embarcar: embarquer
remordimiento: regret rama de árbol: branche
palito: bâton girasol: tournesol
fiambrera: gamelle tarjeta de crédito: carte bleue/carte crédit
cabaña/choza: chaumière adobe (ladrillo de barro): adobe
altavoz: haut-parleur megáfono: mégaphone/porte-voix
tienda de paquistanís: pak pak persiana: persienne
trampa: triche tutear/tratar de tú: tutoyer
tratar de usted: vouvoyer grupo: groupe
callarse: se taire cállate: tais-toi
cállense: taisez-vous trabalenguas: virelangue
chuleta: antiséche prácticas/curso de formación: stage
modelo: modèle deletrear: épeler
disminución/reducción: allègement búsqueda/colecta: quête
enfriarse: refroidir supervisar: chapeauter
papelera de reciclaje (pc): corbeille resolver: résoudre
asignación/destinación: affectation conseguir: obtenir
probar: saisir repasar: reviser
conjugación: conjugaison ampliar: augmenter
titulado: intitulé maullar: miauler
maullido: miaulement petarda/zorra: gance
zorra (insulto): salope zorro (animal): renard
delantal/mandil: tablier pan de molde/bimbo: pain de mie
pan rallado: chapelure sombrilla: ombrelle
cigarrillo: cigarette hoguera: feu de camp
zorro: renard flechazo: coup de foudre
gilipollas: connard confesar: avouer
niño/chiquillo: gosse (coloquial) pendiente: boucle
brindar: trinquer arena para mascotas: litière
aplastar: écraser tragar/engullir: bouffer
pillín: coquin velas: bougies
toparse/dar un traspié: chopper hirviendo: bouillant
disfrazarse: déguiser abejorro: bourdon
mariquita: coccinelle depilar: épiler
cuchilla de afeitar: lame de rasoir embarcadero: embarcadère
golpecito: tapette rejuvenecimiento: rajeunissement
tranquilizar: rassurer desperdicio: gâchis
persona virgen: puceau anticuado/pasado de moda: ringard
macho cabrío: bouc vomitar: gerber (argot)
ternero: veau nudo/lazo: noeud
contraventana: volet piernas: guibolles (coloquial)
malcriar/mimar/consentir: gâter el flequillo: la frange
libre: débagagé endivia: endive
delicia: regal invitar a comer: régaler
rompecabezas: casse-tête recoger: débarraser
grogui/aturdido: sonné (coloquial) cita: rancard/rancart/rencard (argot)
braga: culotte empalmarse: bander (popular)
nalgada: fessée estar húmedo: suinter
vanagloriarse: se vanter alabar/elogiar: vanter
zurullo/mojón: grotte envidia: jalousie
controlar/echar el ojo: mater hartar: gaver (familiar)
multimillonario: milliardaire compromiso: engagement
feo: moche/cheum (argot) ésto marcha: ça roule
borrón y cuenta nueva: passons l’éponge contraseña: mot de passe
chismorreo: cancan colaborar: collaborer
besito: bise coordinar: coordonner
polla: bite calabaza: citrouille/potiron
opción/tarifa: formule buzón: boîte aux lettres
fregona: serpillière dado: dé
ca sos (no sé si se escribe junto o separado, es la abreviatura de casos social): es el tonto del pueblo rechazado y marginado.
mujer asaltacunas, de 50-60 años que le gustan los jovencitos: cougar [¿alguien sabe si existe una palabra para el hombre que le gusta una chica muy joven?]
dormir como un lirón: dormir comme un loire
divertido/cómico/gracioso: marrant (familiar)/drôle
es suficiente/ya basta: ça suffit/c’est marre (argot)
cambiar de tema/olvidar algo: zapper (familiar)
dar nalgadas/zurrar en el culo: donner la fessée
es un infierno: c’est galère (por el tema de ir a remar a galeras)
directamente/sinceramente/francamente: carrément
casarse/ir a vivir juntos: se maquet (coloquial)
mis felicitaciones/me quito el sombrero: chapeau bas
impresionar/chocar/impactar/asombrar: frapper/étonner
carta/estatuto/reglamento interno/normativa/ordenanza: charte
Me largo/me voy: je me barre/je me tire (coloquial)/je m’en vais (normal)
Expresión antigua que dicen las personas mayores con la significación de esfumarse de un lugar: prendre la poudre d’escampette.
PP (professeur principal): el tutor
perso-personellement: personalmente, en mi opinión
carnet de correspondence: libro del alumno
CPE (conselleire principal d’éducation): como el jefe de estudios en España
TIG (travaux d’intérêt général): el alumno va a reparar o hacer una actividad relacionada con aquello que estropeó o que hizo mal.
Y el vocabulario de estos dos primeros días llega hasta aquí. Hay muchas más palabras que se me ha olvidado apuntar, pero fijo que salen de aquí a Navidad. Je, je, je.
Lo dicho. Si veis alguna errata, alguna palabra que tenga alguna otra acepción o significado, no dudéis en avisar en los comentarios.
À tout à l’heure!!
Confirmo que mis alumnos, su comportamiento y su actitud dan más miedo que una historia de terror. Y a veces creo que no exagero.
No sé si les pasa a los demás profesores, tanto en Francia, como en España o en el mundo entero. Pero yo escribo en el encerado y digo que lo copien en sus cuadernos y no copian ni aunque les paguen. Lo digo entre 3 y 5 veces mínimo, y eso se convierte en una orden dada entre 6 y 10 veces, ya que lo digo tanto en francés como en español. Anotad, notez, copiad, copiez, escribid, écrivez… Y todo así… Y todavía se quedan todos sorprendidos a la tercera o cuarta vez y me preguntan si lo que hay en la pizarra hay que copiarlo. Pues sí alma de cántaro. Ye pa ti, no pa mí. Que yo ya lo sé…
Me alucina mucho que no escuchan nada. Por ejemplo, les digo que el ejercicio lo recojo y cuenta para nota y estoy terminando de decirlo y alguien levanta la mano. Mais… C’est noté? Cojones, acabo de terminar de decir que c’est noté!!!!!!!!! Y así con todo…
Luego me flipa que con 15 años son súper dependientes. Que con qué bolígrafo escriben. Que si tienen que dejar espacios en el cuaderno. Que si pueden pegar la fotocopia en la libreta, etc. Y yo me digo pa mí, y a veces no tan para mí… ¿Y a mí qué me importa? Administra tu cuaderno como tú quieras, hay que ser mayor y comportarse como mayores.
Odio el típex. Lo prohibiría. De hecho la siguiente vez que tenga la oportunidad voy a plantear su eliminación del planeta… Bueno, de mi colegio al menos. Con eso me conformo. Vamos a ver adorados padres. Si les compráis a vuestros fantásticos retoños un típex con una cinta de unos 5 metros… ¿Alguien me puede explicar cómo es posible que en menos de un mes ya esté gastado? Y gastado en el mejor de los casos, porque normalmente los destruyen. Se dedican en clase a tirar de la cinta… Y sin cortarse un pelo. Como si estuvieran tirando confeti en la Cabalgata de Reyes… Llevo tantos típex arrancados de esas «manitas de ángel» que si me dieran un premio por cada uno que confisco sería la persona más premiada del lugar.
Una cosa que no entiendo por más que lo intente y me esfuerce en ello es el tema del proyector. Mis alumnos tienen entre 11 y 15 años. Es decir, que simplemente con ver una pantalla encendida ya deberían de quedar absorbidos por completo. Pues con una de las clases de 11 años no es así queridos amigos… Les puse un vídeo precioso sobre Asturias y nada. Estoy de acuerdo en que la música igual no es la mejor para niños tan pequeños, pero a mí me gusta mucho. Y respecto a las imágenes… Muchos de ellos no han visto la playa ni el mar en su vida. Os recuerdo que viven en el interior del país. Además sale gente haciendo actividades de aventura. En el resto de las clases se partieron de la risa cuando la canoa volcó. Me preguntaron que en cuál de esos sitios vivía yo, etc., etc. Es decir, afloró la curiosidad propia de la edad. Excepto en ese grupo en concreto… Que algunos hasta le dieron la espalda al proyector… Increíble.
Les puse también el vídeo del Toro Ferdinando. Ganador de sus premios Óscar y todo, portador de la cultura española desde una visión de la no violencia (y eso que son toros y es un corto de 1938). Pues nada. A su puta bola. Y eso que íbamos comentándolo y todo, pero nada. Sólo participaron unos pocos. El resto en la luna.
Les puse la canción de La gozadera de Gente de Zona. Bah, una canción súper actual, con buen rollo y una canción ideal para trabajar el tema de los países y de las nacionalidades en América. Y diréis, fue el desmadre porque todos se pusieron a bailar y a hacer el tonto con la canción. Pues no queridos amigos, a este grupo en concreto con 11 añitos les pones una canción molona para su edad y se ponen a hablar entre ellos y ya. A la mierda la canción. En los otros grupos intentaron cantarla, intentaron sacar todos los países y nacionalidades que había, si el proyector funcionaba les ponía el vídeo e intentaban hacer el baile de la cabeza… Es decir, reacciones normales para niños, excepto ese grupo en concreto.
Una actividad sobre los días de la semana que sólo hice con los grupos de 11 años consistía en una canción para aprender los días. El primer grupo quedó apasionado con la canción. Era súper fácil y todos acabaron cantándola y pidiéndome que la repitiera una y otra vez. Pues el grupo que no hay por dónde cogerlo como si oyera llover. Es que de verdad, me parece increíble la capacidad que tienen para que les resbale todo.
Todos los profesores dicen que son la pesadilla de este año. Y que el año pasado que también eran telita marinera. Y yo les pido consejos porque es mi primer año de enseñanza y no sé muy bien cómo desenvolverme ante tanto pasotismo. Y todos me responden lo mismo, punir, punir, punir. Es decir, castigar, castigar, castigar. No sé, si éste es el segundo año que hacéis lo mismo y cada vez van a peor a pesar de tener 11 años… Es que algo no funciona con el súper método… Yo he de decir que conmigo cada vez van a mejor, pero a pasos de hormiguita, que menos es nada. Pero son el grupo más difícil que tengo en cuanto a conseguir captar su atención.
Voy a intentar crear actividades más lúdicas y dinámicas con las que puedan aprender y si les pongo vídeos o canciones las voy a poner en el volumen justo para que tengan que esmerarse en escuchar. Porque ya tengo comprobado que como ponga la música alta… Adiós que te vaya bien.
Y luego tengo otro grupo que no me está empezando a gustar. Es de los de 15 años… Todavía no es primavera y tienen las hormonas en plena efervescencia. Y están empezando a mostrar quién es el más machito y quién es la más diva cuando no tienen que hacerlo, es decir, en clase. Os podéis hacer una idea del percal… A una mala tienen una tutora excelente que está todo el tiempo encima de ellos y metiendo caña y ya han llegado a tal punto de tontería mezclada con falta de respeto hacia todo el equipo de profesores que les impartimos clases, yo incluida, que su tutora ha decidido crear un plan de seguimiento de esa clase y hacer constancia de ello a sus padres y responsables. Yo no soy muy consciente del alcance del plan de seguimiento, pero debe de ser algo muy chunguele, porque todo el mundo ha quedado de piedra. Pero bueno, creo que lo que importa es que los alumnos queden de piedra, no los profes.
No sé muy bien qué más contaros. Parece una entrada un tanto negativa en la que sólo se ven los errores. Pero en realidad también hay muchas cosas buenas. Ves cómo cada día crecen tanto física como mentalmente. Van utilizando poco a poco el español. En las redacciones que me escriben me cuentan sus cosas y algunos son muy ricos. Luego ves perfectamente a quién le caes bien y vienen a contarte sus cosas en el pasillo. Y unos cuantos ya me van diciendo que hablo mucho mejor el francés que cuando llegué. No sé si es por hacer peloteo, pero me presta mogollón, je, je, je. Y bueno, hay días que es una de cal y otra de arena.
Quería contaros las cosas malas porque son las que quiero cambiar e igual hay por aquí algún lector majo que me dé la varita mágica con un super consejo para poder arreglar la situación.
¡Ya me diréis si alguno de vosotros porta esa varita!